El Villanovense frena a un Barcelona sin chispa
Jordi Blanco | Corresponsal
BARCELONA (ESPN Digital) -- Y después de diez partidos de Copa, el Barcelona de Luis Enrique, el campeón, dejó de ganar. Tampoco perdió, porque no se entendería una derrota ante el animoso y modesto Villanovense, pero mostró la inutilidad que puede llegar a significar la Copa del Rey con eliminatorias de este tipo.
A partido único, a cara o cruz, seguramente habría vencido el campeón. Y probablemente Neymar o Suárez, o ambos, habrían viajado hasta Extremadura y el entrenador habría presentado un once menos de compromiso. Pero en un torneo pensado más para la recaudación televisiva el interés deportivo es mucho menor y queda por verse un partido de vuelta en el Camp Nou cuyo resultado será, al 99 por ciento, favorable al Barça.
Un día después de que el Arsenal de Arsene Wenger fuera masacrado por el Sheffield Wednesday, aunque fuera en la 'tercera copa', se demostró que el fútbol español sigue peleado con la lógica. Calendario cargadísimo, piernas cansadas, mayor riesgo de lesiones... Todo da igual a dirigentes más ocupados en no se sabe muy bien qué y menos en la emoción.
Villanueva de la Serena, claro, se volcó con el partido. Llenó un estadio al que se le pusieron gradas supletorias y su gente disfrutó viendo como el Villanovense le plantaba cara a un Barcelona de compromiso, con presencia de canteranos, con Vermaelen de vuelta, Douglas en el escenario después de muchos meses y la sensación de que era más un amistoso para el lucimiento de los locales o el aprendizaje de los jóvenes que un choque de verdadera competición.
"Yo jugaría toda la Copa a partido único" sentenció en la previa Luis Enrique, sincero y claro a pesar de que en ese caso, probablemente, cada partido tendría un peligro que ahora no se le contempla. Falta la vuelta en el Camp Nou para que los jugadores del Villanovense tengan la oportunidad de fotografiarse en el enorme estadio azulgrana y crucen los dedos para no salir goleados.
Historias como el alcorconazo que sufrió el Real Madrid de Pellegrini son la excepción que confirma la regla. El equipo de Julio Cobos disfrutó y arrancó un empate que antes de comenzar el partido se aventuraba muy complicado. Ocurrió porque el grupo de Luis Enrique ni quiso ni pudo adaptarse a un terreno de juego muy irregular en el que casi todos los jugadores primaron su seguridad física y porque la entrega de los locales fue, ciertamente, encomiable.
¿Puede aspirar el Villanovense ahora con dar el golpe en la vuelta? Se contempla una quimera pero no es imposible, claro. "Las diferencias son muchas pero la única similitud es la más importante: son once contra once en el campo" se escuchó decir a un comentarista en la televisión. Sin dejar de ser verdad, lo es más aún que solo se debe pensar en que el Barça, el campeón, acabará con la aventura de este animoso equipo extremeño.
El Villanovense se llevó, de momento, el honor de ser el primer equipo que evita una victoria del Barcelona de Luis Enrique en la Copa. Y fue felicitado por el campeón. A partir de aquí no se deben esperar milagros. ¿O sí?