Barcelona se clasifica con sufrimiento

BARCELONA (Jordi Blanco / Corresponsal) -- El Barcelona no es totalmente intocable. Jugará las semifinales de la Copa, pero sudó y sufrió su clasificación como no podía nadie imaginarse. El Athletic, en una primera parte enorme, le puso contra las cuerdas y demostró que el campeón tiene unos secundarios que en situaciones de riesgo están muy por debajo de la exigencia.

Hasta que Piqué no anotó el 2-1 en el minuto 81, la duda se mantuvo rodeando el Camp Nou. Podría decirse que fue un premio para el central catalán, que debió multiplicarse en defensa ante la noche de pesadilla que protagonizaron Mathieu y Vermaelen. Y un castigo, la derrota, quizá inmerecido para un Athletic que enseñó, y mucho, sus garras.

El 3-1 de Neymar, el definitivo, fue la guinda del brasileño. Probablemente el jugador más entonado en el Barcelona. Para entonces, en el minuto 92, ya estaba todo dicho.

Cincuenta y tres minutos le duró al equipo de Valverde el sueño. En el primer remate entre palos del Barça, en un centro-asistencia perfecto de Messi, Suárez devolvió la confianza al Camp Nou y aunque los vascos no se rindieron, comenzaron a comprender que su clasificación iba a ser poco menos que una utopía.

Se hizo la normalidad en cuanto comenzó el segundo acto de una noche extraña. Al Barça le mantuvo en pie Neymar, explosivo de principio a fin, y después le salvó su calidad en la combinación. Coincidió con el gol de Suárez para ir apagando la llama de los vascos, que soñaron a partir del excepcional golazo de Williams y disfrutaron de una primera mitad de ensueño, poniendo contra las cuerdas a un campeón agobiado.

Luis Enrique apartó del plano a Busquets y, adelantando a Mascherano a su posición, puso en el escenario a Vermaelen junto a Piqué, además de Mathieu en el lateral. Y la prueba se entendió poco menos que un suicidio. Solo faltó que Alves estuviera fallón para que Piqué sufriera lo indecible, Mascherano tuviera que corregir en defensa, desapareciera el centro del campo y el Athletic campase a sus anchas.

Williams, tras una genial asistencia de Aduriz que Mathieu siguió con la mirada, marcó el 0-1 a los 12 minutos, pero antes y después agobió el Athletic a un Barça en el que Suárez estaba tan desasistido como bien marcado Messi... Para ser Neymar el único, único, jugador lúcido del equipo azulgrana, en el que ni había rastro del centro del campo y sobrevivía a base de pelotazos, sacándose de encima la presión rojiblanca.

Disfrutó el equipo vasco de una noche especial e inesperadamente feliz a pesar de su eliminación y, en frío, le sirvió de mucho lo padecido al Barcelona para entender que la temporada no es un camino de rosas y que a pesar de contar con la inigualable 'MSN', si el fútbol no le acompaña desde atrás el sufrimiento puede acudir en cualquier partido.

Fue un aviso ante la visita liguera del Atlético el próximo sábado. La clase se le presupone al Barcelona... Pero la intensidad se le debe exigir. Cuando la cabeza de Piqué le dio la victoria y acabó el sufrimiento con el 2-1 a los 81 minutos, se acabaron las dudas.

Por mucho que se demostraron demasiados interrogantes para un Barcelona al que algunos creyeron más intocable de lo que en realidad, quizá, es.