Barcelona respondió al reto de Granada sin Messi

BARCELONA (Jordi Blanco, ESPN Digital) -- El Barcelona no cede. Al 3-0 del Real Madrid ante el Alavés respondió con una victoria solvente en Granada. Un 1-4 menos simple de lo que pudiera parecer, pero merecido y claro. En un ejercicio futbolístico de buen nivel.

Paciente, brillante en ocasiones y entregado a la causa en un partido antipático y que Guillermo Ochoa llegó a convertir en dificilísimo, el campeón sumó una merecida victoria en Granada, respondiendo al triunfo merengue y dejando claro que la Liga sigue abierta entre ambos.

No le resultó, a pesar del marcador final, para nada un paseo el triunfo al Barça, que avanzándose en el último minuto del primer tiempo con un golazo de Luis Suárez tuvo que remar otra vez durante mucho tiempo en la segunda, después de que Boga, en el primer remate entre palos, lograse lo que se había imaginado un empate impensable.

Conocedor de la exigencia máxima del calendario que se avecina, Luis Enrique agitó la alineación y a la ausencia obligada por sanción de Messi sumó la fiesta concedida a Piqué y la suplencia de Umtiti e Iniesta... Para tener que echar mano apenas superarse el cuarto de hora de Alcácer por la lesión de Rafinha.

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n cuanto lo hizo, tras ese primer cuarto de hora oscuro, mandó de manera indiscutible en el terreno de juego. Ocurrió, sin embargo, que chocó ante un fenomenal Guillermo Ochoa, que ofreció una exhibición ante los remates de Luis Suárez y compañía para disparar la ilusión de la hinchada local... Hasta que dudó.

Y a su duda en la salida, en el minuto 44, respondió el '9' uruguayo con una vaselina sensacional para concretar el 0-1 que nació de un desplazamiento digno de los mejores Schuster o Koeman que le regaló Jordi Alba. Abierto el marcador, la victoria parecía solventada.

VOLVER A EMPEZAR

Pero al campeón se le torció el gesto en un santiamén de segunda parte. Si comenzó con una nueva gran parada de Ochoa a Alcácer, continuó con un error en la transición defensiva que aprovechó Boga (ingresado tras el descanso por Angban) para marcar con un disparo cruzado al que no respondió Ter Stegen.

Vuelta a empezar, de pronto pareció que ese gol pesaba en el ánimo del Barça, menos despierto y sin la claridad de ideas que había ofrecido con anterioridad.

Pero poco a poco fue retomando el control el grupo de Luis Enrique, con el atrevimiento de Neymar en su banda, el liderazgo de Luis Suárez, el mando de Busquets y un desempeño global que devolvió al Granada a la realidad del choque. Y hasta que en el minuto 64 un excelente pase del uruguayo lo convirtió Paco Alcácer en el 1-2, superando en su salida al desesperado Ochoa.

Contestón pero condenado, el equipo de Lucas Alcáraz nunca bajó los brazos e intentó buscar un empate que se sospechó ya utópico, por cuanto la puesta en escena de Iniesta no hizo más que asegurarle la posesión a un Barça al que asustaba más la corta ventaja en el marcador que las sensaciones propiamente dichas en el terreno de juego.

Con cautela y bien posicionado, el campeón rebajó su ambición ofensiva, consciente de que un mal paso pudiera recuperar al rival, pero en un momento se acabó todo. En tres minutos Agbo vio la roja por dos amonestaciones e inmediatamente después Rakitic, en el 83, superó a Ochoa con un disparo cruzado. El 1-3 cerró la discusión.

Y lo convirtió en goleada con el 1-4 de Neymar, en el minuto 91, que dio ya forma definitiva a una victoria coral de un Barça muy superior.

Sin Messi ni Piqué, con Iniesta durante 25 minutos, Umtiti sentado en el banquillo y Aleñá jugando sus primeros cinco minutos en la Liga, el Barcelona respondió al reto. Y la Liga sigue abierta.