Ramos vuelve a salvar al Madrid

AP

MADRID (Paola Núñez, corresponsal) -- Sergio Ramos hizo campeón de invierno al Real Madrid. El central contribuyó con un doblete a la victoria por 2-1 sobre Málaga en el partido disputado éste sábado en el Santiago Bernabéu.

Ante la pasividad de Benzema y Cristiano Ronaldo, Ramos tuvo que sacar la casta para salvar los muebles justo cuando la tarde se empezaba a torcer para el equipo de Zinedine Zidane. Una vez más, el entrenador francés tuvo que quemarse un cambio y modificar sobre la marcha cuando perdió a Marcelo debido a una lesión muscular antes de que se cumpliera la primera media hora.

El infortunio de Marcelo causó alarma en el Bernabéu. La suya no es una baja cualquiera, Madrid anda corto en defensas y los cuartos de final de la Champions están a la vuelta de la esquina.

Real Madrid había iniciado el partido con tres defensas en la enfermería - Pepe, Dani Carvajal y Fabio Coentrao, que ya entrena pero aún no está para jugar. Nacho, el comodín de Zidane, ya estaba en la cancha ocupando el lateral diestro. En la banca sólo quedaba Danilo, el defensa más débil del equipo merengue y último señalado por los aficionados, que ya no esperaron al error para silbarle; esta vez lo hicieron desde que la megafonía del estadio anunció su presencia en calidad de suplente.

Madrid apenas había creado un par ocasiones, ambas gracias a la tenacidad de la dupla Modric-Kroos para avanzar y al talento de Lucas Vázquez, que una y otra vez se escapaba por la banda para centrar al área. Pero ni Benzema, ni Cristiano atinaron a rematar con pericia.

La calamidad obligó a Zidane a reforzar la defensa. No envió a Danilo. Antes, optó por retrasar al gallego y enviar a Isco a echar una mano en la creación, que ya era riesgo suficiente con Sevilla pisándole los talones en la tabla. El problema fue que sus escasas llegadas se espaciaron más y las del Málaga se volvieron más frecuentes, al grado de que los boquerones incluso pudieron adelantarse, pero se les atravesó el poste.

Entonces intervino la suerte; en uno de esos disparos flojos en apariencia, Madrid consiguió un tiro de esquina en el que Sergio Ramos aprovechó una mala cobertura de la defensa malagueña para ganar en el salto a los centrales y poner el 1-0 de un cabezazo.

Málaga intentó reaccionar y apretaba con más fuerza en ataque aprovechando que el Madrid dejaba muchos espacios atrás, pero antes de que pudieran devolver el golpe, Ramos puso el 2-0, esta vez rozando el balón con el tacón en un tiro libre de Toni Kroos tras una dura falta a Nacho cerca del área.

Málaga no se quedó con los brazos cruzados. Ya había encontrado la manera de burlar a la defensa merengue y era cuestión de tiempo para que alguna de sus llegadas a velocidad rindiera frutos. Ocurrió pasada la hora de juego, cuando en un disparo de Juankar, Keylor Navas metió las manos para despejar y el balón quedó en el área (como ya ha ocurrido más de una vez esta campaña) para que Juanpi descontara en el contrarremate.

Otra rechifla sonó en las gradas. Y otra más cuando Benzema fue sustituido por Álvaro Morata a ocho del final sin haber aportado más allá de un flojo disparo. Para entonces, Madrid ya se había perdido un bonche de oportunidades para ampliar la ventaja; incluso un cómico error de Kameni, que tuvo que emprender la carrera de vuelta a su portería para sacar apuradamente un balón que un aparentemente inocuo pase retrasado de un defensa se colara en su puerta.

El rechace le cayó a Cristiano, que ni con Kameni mal posicionado pudo salirse con la suya. Hasta ahí llegó su aporte. Un par de infructíferos disparos, un malogrado regate y un mano a mano pésimamente resuelto.