Real Madrid llega al Clásico en su punto

EFE

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MADRID (Paola Núñez, corresponsal) -- Pichichi Cristiano. El '7' merengue llegó a los diez tantos en Liga gracias a un doblete que sirvió para que el Real Madrid venciera por 2-1 al Sporting de Gijón asegurándose el liderato pase lo que pase en el clásico de la próxima semana. Carmona descontó para el cuadro asturiano, que continúa en zona de descenso y sin poder ganar fuera de casa.

Una falta tonta en el área sobre Lucas Vázquez dio al Real Madrid la primera oportunidad de tomar la ventaja. A Cristiano, de liderar en solitario la tabla de goleo. De volver a su habitat natural. Y así, desde los once pasos, Cristiano Ronaldo puso el 1-0 en el marcador a los cuatro minutos de iniciado el encuentro.

Madrid dominaba sin poner especial empeño aunque de tanto en tanto, el Sporting aprovechaba las distracciones en la media y los errores en defensa para intentar devolver el golpe. Pero obligados a remar contracorriente desde temprano y con Cristiano en modo depredador, los asturianos apenas tuvieron un par de llegadas de peligro.

El cuadro merengue aprovechó para hacer valer la superioridad para doblar su ventaja. No habían transcurrido ni 20 minutos cuando ya se había puesto 2-0 por delante. Y de nuevo Cristiano hizo la diferencia. El '7' no había parado de buscar su segundo tanto, ayudado por Lucas Vázquez, que desde la banda bordaba una jugada de peligro tras otra para hacer llegar el balón al área.

Y si no era el gallego, ayudaba Nacho, premiado por el buen desempeño de las últimas semanas con la titularidad en el lateral zurdo. El defensa español sirvió un centro magistral a Cristiano Ronaldo, que leyó a la perfección el movimiento de su compañero y ganándole la espalda a Amorebieta llegó justo a tiempo para marcar su décimo gol en Liga con un potente cabezazo.

Cristiano volvía a brillar también fuera del área. Había salido como segundo delantero acompañando a Karim Benzema y a falta de Bale, James y Lucas Vázquez se repartieron las bandas. Pero ahí donde el español brillaba y se combinaba con los dos de adelante, el colombiano se veía incómodo y casi incomunicado. James se cambiaba de una banda a la otra intentando abrir juego, para él y para los compañeros, pero no lograba tener el mínimo impacto en el juego. El portugués, que no tenía tiempo para indulgencias, terminaba haciendo uso de esa banda dada la nula participación del '10'.

La ambición de Cristiano pedía el tercero. También la grada, que ya cantaba el Balón de Oro. Pero en lugar de goleada, el Madrid se llevó un susto producto de la crónica fragilidad defensiva. Antes de que llegara el descanso Sporting devolvió el golpe. Moi Gómez había avisado con un disparo desde fuera del área que detuvo Keylor como pudo. El Madrid no entendió el presagio y al siguiente contragolpe el Sporting descontó. Una entrega absurda, escapada de Isma López por su banda izquierda y aprovechando que Danilo andaba perdido en algún lugar de la media, puso un centro preciso para que Carmona marcara el 2-1.

En Madrid no había parado de llover desde el viernes en la tarde. Una llovizna fina, pero persistente, que fue arreciando a medida que avanzaba el reloj. Empezaron los resbalones. Los golpes mal calculados. Las entregas de balón innecesarias. No había sido un juego precisamente elegante de ninguna de las dos partes. El agua lo entorpeció aún más, sobre todo del lado merengue. Balones regalados a lo tonto, faltas innecesarias y un penal de Nacho que por suerte para los locales Cop tuvo a bien mandar a la grada.

La dureza del juego invitó a Zidane a guardarse a Ramos - que la enfermería merengue no está para recibir a un paciente más. La inoperancia de James, a enviar a Marco Asensio en su lugar. El colombiano, cabizbajo, abandonó la cancha acompañado de una sonora rechifla. También apareció Isco, para alegría de la grada, pero nada cambió. Sus hombres ya habían hecho todo lo que podían hacer y había sido suficiente. La victoria los mantiene líderes y con esos cuatro puntos de colchón de cara a la visita al Camp Nou.