España salva empate en Wembley con su hombres de banca

MADRID (Paola Núñez, ESPN Digital) -- España no supo qué hacer sin sus 'jefes' y estuvo a segundos de sufrir la primera derrota en la era Lopetegui. La garra y ambición de los hombres de la banca salvaron a los ibéricos, que en el último momento salvaron un empate por 2-2 en el amistoso ante Inglaterra disputado este martes en Wembley.

Los hombres de Lopetegui se vieron rebasados por el pragmatismo del conjunto inglés, que los ahogó en la presión y los mató con la velocidad. El conjunto local, que se tomó en serio la misión de dar un gusto a su afición, tuvo a su merced a los españoles y ni siquiera necesitó la dichosa posesión. Les bastó con anular a Sergio Busquets, el único hombre con algo de galones en el campo, presionar a Thiago, el que nadaba contra corriente en un intento por dar algo de dirección al juego ibérico, y esperar al error que tardó poco en llegar.

España rescató el empate en su visita a Wembley con el gol de último minuto de Isco.
España rescató el empate en su visita a Wembley con el gol de último minuto de Isco.
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Acomodadizos, los españoles se conformaron con tener el esférico, a ver si entre un toque cortito y otro, lograban llegar hasta Hart. Pero el ritmo era lento y el control impreciso, inseguro. En acariciar el balón a lo tonto se les fueron casi diez minutos y cuando se dieron cuenta ya perdían por 1-0 después de que Pepe Reina cometiera un penal sobre Jamie Vardy. Un balón perdido en la media, el tercero, con que el delantero del Leicester sacó petróleo al dejar sembrado a Iñigo Martínez en la carrera y obligar al arquero español a derribarlo al ver el mano a mano perdido. Lallana, que salió por lesión poco después, se encargó de abrir el marcador desde los once pasos.

España siguió a lo suyo: regalando balones y apagando fuegos cuando la delantera inglesa pillaba a los centrales mal colocados. Una noche para el olvido de Nacho e Iñigo Martínez, que claramente no dan ni la sombra de seguridad que dan Piqué y Ramos.

A Thiago no le fue mucho mejor y sólo hizo que la sombra de la ausencia de Andrés Iniesta se hiciera más prolongada. Los ingleses olieron la fragilidad del jugador del Bayern Munich y lo convirtieron en su fuente de balones. Raro fue el que no le quitaron.

Como resultado, en España funcionaban los laterales y un desesperado Vitolo que no encontraba quien le surtiera con precisión. Apenas tuvo un par de tímidos intentos que no inquietaron en lo más mínimo a Joe Hart antes de que llegara el descanso. Aduriz, que fungía de '9', ni vio de cerca el balón.

España no quiso o supo resolver sus problemas a la vuelta y apenas iniciado el segundo tiempo Inglaterra volvió a capitalizarse de ello. Tras el enésimo robo en la media, los ingleses sitiaron a Reina. Nacho estuvo listo para reaccionar esta vez, pero su intento de despeje al balonazo cayó en los pies de Henderson, que con toda tranquilidad puso el balón en el punto exacto para que Vardy, tras superar a Iñigo Martínez de nuevo, pusiera el 2-0 en el marcador con un precioso cabezazo.

Solo entonces quiso reaccionar la Roja y por ahí del 55' forzaron a Joe Hart a hacer su primera intervención. Para entonces Julen Lopetegui ya había cambiado a medio equipo, dando oportunidad a los debutantes Ander Herrera e Iago Aspas, además de Isco, Nolito y Koke. Alguien, o algo, tenía que cambiar. Aspas intentó dar un giro al partido y puso a trabajar a Joe Hart y se vio un partido un poco más animado en el bando español. Parar el inglés aumentó la dificultad, pero aún así, parecían estar siempre un paso por delante de los visitantes.

Lopetegui terminó por recurrir a Álvaro Morata, que estaba destinado a descansar después de llevarse un duro golpe en el partido del sábado ante Macedonia. El atacante del Real Madrid tampoco funcionó. Ya a la desesperada y en la recta final sallió la 'Furia'. El carácter vencedor de los españoles.

Fue Iago Aspas, el que llegó como repuesto tras la baja de última hora de Diego Costa, el que dio la cara por los ibéricos para recortar distancias. El atacante del Celta aprovechó que tenía via libre por su banda para llevarse el balón desde su mitad de la cancha y poner el 2-1 con un golazo. El tanto dio esperanza a los españoles, que se pusieron a trabajar buscando el del empate.

Y como cuando quieren pueden, se salieron con la suya en el último segundo y valiéndose de todo el talento acumulado e los pies de Isco Alarcón, que puso el 2-2 definitivo. Eso sí, se van con una advertencia: queda mucho trabajo por hacer para completar la transición.