Cristiano y Morata rescatan al Real Madrid

MADRID (Paola Núñez, Corresponsal) -- Morata dio vida al Real Madrid con un tanto en tiempo de reposición para que el campeón de Europa empezara la defensa del título con una victoria por 2-1 sobre el Sporting de Lisboa.

La falta de puntería de los lusos permitió que el Madrid se fuera a las regaderas sin haber recibido gol, aunque cerca estuvo Gelson Martins de hacer daño en más de una ocasión en los primeros 45 minutos.

Pero la suerte merengue no dio para más y apenas inició la segunda mitad, Bruno César sacó provecho de un error defensivo de Sergio Ramos para poner el 0-1.

No es que el Sporting los pusiera contra las cuerdas con un  juego visiblemente superior desde el inicio, ni siquiera que tuvieran el dominio absoluto del balón. Es que el rival supo aprovechar las pocas, pero notorias, debilidades del conjunto merengue para complicarle la vida.

Errores infantiles y entregas absurdas demasiado cerca de su área que se repetían una y otra vez y que, esta vez, costaron caro. El Sporting, que se dedicó a defenderse, se esmeró más en no dejar jugar al Real Madrid y estar atento a cualquier pérdida de balón que a otra cosa, pero con ello le bastó. Durante más de una hora el Madrid careció de profundidad y, por momentos, de ideas.

El cuadro merengue salió a defender su título con la BBC completa por primera vez en más de tres meses, pero con dos terceras partes a medio gas. Cristiano Ronaldo y Karim Benzema, que acaban de volver de sus respectivas lesiones, aún están lejos de su mejor nivel y forma física. El primero, inusualmente cauteloso, y el segundo, aún tieso, fueron poca ayuda para Gareth Bale, lo más destacado del cuadro merengue.

Las llegadas de los de Zidane al área de Rui Patricio llegaron a cuenta gotas; Madrid parecía bloqueado y apenas creaba ocasiones, todas a través de balones filtrados de Dani Carvajal. Un par de intentos de Bale, un centro que de milagro no acabó en autogol de los lusos y poco más. Cristiano, intermitente, lo intentó con un disparo lejano, más por desesperación que otra cosa, pues prácticamente tenía campo abierto.

Hasta que se vieron abajo en el marcador, el Madrid no había tenido una ocasión más clara que las que se sucedían en su puerta, algo inusual en el vigente Campeón de Europa, que si algo tiene es potencial en el ataque.

Más extraño aún resultó que Zidane no enviara al campo a Morata en lugar de Benzema hasta pasada la hora de juego o que esperara para sacar a Bale, disminuido por un golpe en las costillas, para dar entrada a Lucas Silva.

Y resultó que el madrileño hizo más falta de lo que el propio técnico había previsto. En cuanto Morata hizo su aparición, el Madrid fue más incisivo en ataque. Y en  gran parte gracias a él, se salvó de la quema.

En poco más de cinco minutos en la recta final, el cuadro merengue hizo todo lo que no había hecho en hora y media. El '21' lo buscó por todos los medios -incluso estrelló un balón en el poste en la más clara para los blancos- y por dar vida a Cristiano que, después de pasarse 88 minutos en estado latente, marcó el del empate en un cobro.

El Bernabéu respiró. Al menos se habían salvado dos puntos, que ya era ganancia. Pero Álvaro, que sí tenía hambre, no bajó los brazos. Quería el gol que lo pusiera a la altura de los otros tres. Peleó hasta el último instante y lo consiguió. Un cabezazo fulminante en tiempo de reposición que dejó seco a Rui Patricio y enloqueció al Bernabéu.

Madrid la libró esta vez, Morata se graduó con honores y Cristiano recortó a cinco tantos la distancia que lo separa de convertirse en centenario. Habrá que ver si aprendió la lección.