El Atlético Madrid firma su pase a cuartos con un discreto empate

MADRID (Paola Núñez | ESPN Digital) -- El Atlético de Madrid avanzó a cuartos de final de la Champions League sin mayor sobresalto, gracias al empate 0-0 ante el Bayer Leverkusen en la vuelta de los octavos de final disputada este miércoles en el Vicente Calderón.

El Leverkusen no fue el equipo que entregó la serie al caer en la ida por 2-4. Bajo nueva guía fue un equipo atento y organizado. Sobre todo esperanzado en poder poner en protagonizar un regreso milagroso. Pero a pesar de la mejoría, no mostró más argumento que la voluntad.

Se topó con un Atlético de Madrid que ha entrado al grupo elite. De los expertos en resolver eliminatorias que sabe exactamente qué hacer, al margen de su vocación 'sufridora, para salirse con la suya sin sudar una gota de más. Así que no hubo ni amago de regreso épico.

No hubo jugarreta del destino, que si acaso intervino, fue para reafirmar al Atlético como un 'grande' que ha logrado colarse entre los ocho mejores por cuarta vez consecutiva.

El ánimo de remontada de los hombres de Tayfun Korkut era tan grande como complicado les resultó romper el cerco del Atlético de Madrid y cada balón perdido y oportunidad fallida era un paso hacia el abismo. Y la desesperanza.

El Atlético, como de costumbre, cedió el balón. El Bayer, que necesitaba empezar a marcar lo más pronto posible en vista de que necesitaba tres tantos, lo tomó con intenciones de hacer daño. Pero era el Atlético el que lucía con mayor peligro.

Los delanteros del Atlético tardaron más de media hora en emplearse a fondo buscando su portería. Fue hasta el minuto 37 en que llegaron las primeras ocasiones reales de peligro, con dos disparos de Correa y Griezmann que forzaron a Leno a lucirse con dos grandes atajadas.

El cuadro visitante comenzó a titubear. Un gol del Atlético acabaría con su de por sí remota posibilidad de avanzar. A las concesiones en defensa se unió la imprecisión de los delanteros, que tuvieron hasta seis intentos en la primera mitad sin lograr dirigir uno solo a puerta - si bien mucho tuvo que ver la defensa local, y en especial Diego Godín, que se dedicó a hacerle la vida imposible al Chicharito.

Aun con el central permanentemente pegado, el mexicano no perdía la fe. Intentaba el movimiento imposible el área para recibir el centro y peleaba por cada balón. Pero ni al '7' ni al resto de los delanteros del Leverkusen parecía salirles nada.

Y luego están Jan Oblak y sus reflejos.

El arquero esloveno levantó a la grada en una ovación a 20 minutos del final después de hacer tres atajadas al hilo en la misma jugada, una a Julian Brandt y dos a Kevin Volland. Griezmann pudo poner fin a la agonía de los germanos en el contraataque resultante, pero falló sólo ante Bernd Leno.

La inyección de adrenalina dio para que el Atlético cerrara con seriedad. Si algo quedaba de ilusión en el Bayer, quedó hecha añicos en ese momento. Hasta la del Chicharito, que después de remar contracorriente y estrellarse continuamente con la zaga local durante 81 minutos, abandonó la cancha cabizbajo para dejar su puesto a Mehmedi una sonora rechfila - no le perdonan el pasado merengue y 'ese' gol que truncó el camino europeo rojiblanco hace dos años.

Nada cambió para los alemanes, que poco a poco se fueron apagando en espera del final de la agonía.