Elías, el instrumento Dios-orio, en goleada a El Salvador

Rafael Ramos Villagrana

SAN DIEGO -- Elías significa en hebreo "instrumento de Dios", y Elías Hernández fue el instrumento de Osorio para aniquilar a El Salvador. Protagonista de los tres goles, fue la herramienta puntual para que México diera su primer paso a la siguiente fase de la Copa Oro con un contundente 3-1.

Partido de matices complicados en la primera mitad, pero que fue aclarando Elías al generar dos goles y marcar el otro con un remate de volea implacable. Los ejecutores de sus servicios fueron Hedgardo Marín y Jesús Dueñas.

En un estadio Qualcomm poblado por 53,133 aficionados, la efusividad mexicana colocó de nuevo a la FMF en posición de multa y algo peor, ante la persistencia de exaltar a todo pulmón el grito que la FIFA considera homofóbico.

El árbitro hondureño Óscar Moncada pesó en el juego, perdonó dos tarjetas rojas a México, por faltas de Burrito Hernández y Hedgardo Marín.

Ahora México viajará a Denver para enfrentar el jueves a Jamaica, que en el juego preliminar sometió a Curazao por 2-0.

ARREBATO...

Intensidad. Prevaleció en el primer tiempo. Desde el inicio. Por ambos equipos. Cero concesiones. Y el trámite empezó siendo agradable.

El Salvador haciendo acopio de valor y enjundia, equilibraba la posesión de la pelota, en una pelea sorda, a la que le fue dando claridad el único jugador talentoso en la cancha, Elías Hernández, porque Rodolfo Pizarro se perdió en una lánguida sesión de demabular por la cancha.

De una falta sobre el Burrito Hernández, se genera la ventaja de México. El 1-0 llega por un salto de Hedgardo Marín, a servicio de Elías, rebasando a su marcador, para meter un frentazo seco, inalcanzable para Villalobos. El 1-0, al 9', ilusiona a la tribuna... en vano.

Segundos después apenas, Nelson Bonilla anticipa en un balón filtrado el reumatismo crónico de Hugo Ayala, y cruza el disparo a la derecha de Jesús Corona. 1-1, al 10'. La otra fracción del Qualcomm pasa del silencio al alarido. La historia sigue abierta.

El desarrollo mantiene ese sello combativo. Y la tribuna lo disfruta. Jesús Corona intercepta dos disparos que buscaban los callejones pegados a los postes, mientras que Villalobos usa hasta el derriere para detener un disparo de Hernández.

Y de nuevo por arriba, México toma ventaja. Un centro pasado de Burrito Hernández encuentra solo a Elías Hernández, quien con tiempo y espacio, acomoda el cuerpo e impacta de volea, en remate espectacular. 2-1 al 28'.

La desventaja desató de nuevo la vehemencia de El Salvador, mientras que México aprovecha los desajustes defensivos del adversario. Más de Corona y más de Villalobos, pero el 2-1 se mantiene como justo veredicto del primer tiempo.

EL PROFETA ELÍAS...

En el regreso, Osorio le ordena a Luis Pompilio Páez que saque a los amonestados Burrito Hernández y Luis Reyes, con los relevos de Orbelín Pineda y Jesús Molina, con el reacomodo de Jesús Gallardo en defensa.

De nuevo Elías Hernández, abriendo en canal a El Salvador, y cediendo un centro largo, en diagonal, al que Villalobos no sabe cómo atacar, y termina por dejar el viaje del esférica al remate efectivo, aunque forzado de Orbelín Pineda. 3-1, al 56'.

La distancia en el marcador terminó por desconcentrar y desconcertar a los salvadoreños. Perdieron el orden, y empezaron a ser rebasados con absoluta facilidad, generando por los costados auténticas avenidas, ya sin capacidad de respuesta del adversario.

Los últimos 15 minutos del juego se desahogaron sobre la portería de El Salvador, y entre la estoica defensa y los postes, el marcador permaneció con ese 3-1 que refleja el claro dominio de México, especialmente en la segunda parte.