Al Betis sólo le faltó el gol

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MADRID (Paola Núñez) -- Atlético de Madrid y Real Betis firmaron un empate 0-0 en el partido que cerró la jornada 34 este domingo para ponerle el título en bandeja al Barcelona.

Los béticos hicieron gala de una idea bien asentada sin importar la sensible baja del hombre que da sentido a su juego, Andrés Guardado. Los hombres de Quique Setién mantuvieron un férreo control del balón e impusieron el ritmo de juego que quisieron.

Tello y Junior se adueñaron de las bandas y pasaron casi una hora poniendo en aprietos a los laterales rojiblancos Juanfran y Lucas Hernández. El juego en profundidad de ambos jugadores rompía las líneas del Atlético, desbordado y a veces hasta descolocado, no lograba hacer que el rival se replegara si no era con un contraataque a velocidad. En tanto, Ryad Boudebouz se internaba por el centro una y otra vez. Todo habría salido a pedir de boca para los andaluces si además los hubiese acompañado la suerte. Ni el argelino, ni el canterano Loren Morón estuvieron finos frente a Jan Oblak.

Llegada la recta final, Setién refrescó con Joaquín en lugar de Boudebouz.

* Para una defensa de acero, otra

En condiciones normales, Atlético de Madrid no necesita tener el dominio del balón para causar estragos. Un balón perdido del rival en una zona comprometida es material más que suficiente para la delantera rojiblanca. Pero enfrente tenían a Marc Bartra, Mandi y un cada vez más atinado Jordi Amat. La línea de tres centrales de Setién sigue dando frutos y por sexto partido consecutivo mantuvieron la puerta a cero. Bartra, en particular, se lució cortando balones a diestra y siniestra, a veces como último hombre. Mandi tuvo su momento de gloria al sacar prácticamente de la línea un balón de Fernando Torres cuando el Atlético ya cantaba el gol.

Y eso que el partido no careció de complicaciones para el aparato defensivo del Betis, después de que el reemplazo del lesionado Antonio Adán, el segundo portero Dani Giménez, pidiera su cambio al minuto 35 al sentir un tirón en un despeje y el técnico se viera forzado a mandar al arquero del filial Pedro López a la cancha.

* El Atlético pierde magia sin Griezmann y Costa

A la baja de Diego Costa por lesión se unió la de Antoine Griezmann, reservado, pensando en el choque de Europa League ante el Arsenal del próximo jueves. En su lugar, Diego Simeone envió a la cancha a la 'otra pareja' que mejor se entiende. Ángel Correa y Fernando Torres. Y aunque el Niño, que ya anunció su partida a final de temporada, buscó el gol de todas las formas posibles, se vio frustrado tanto por el gran trabajo defensivo de los béticos, como por su falta de acierto. La pobreza del ataque rojiblanco obligó al entrenador a enviar a Griezmann a la cancha para disputar los últimos 25 minutos. Pero esta vez ni siquiera el francés se encontró con un balón propicio para hacer la diferencia.  Y como suele suceder con el Atlético cuando se desespera, se amontonó en la puerta. Todo en vano. si no se estrellaban con la inmensa zaga bética, era porque habían enviado el balón fuera. O, en su mala suerte, al travesaño.