Atlético asalta El Pizjuán y mantiene viva La Liga

BARCELONA (Jordi Blanco | ESPN Digital) -- El Atlético de Madrid se empeñó este domingo en demostrar que la Liga sigue viva. Y lo hizo con una voracidad impresionante, aplastando al Sevilla en el Sánchez Pizjuán de manera tan indiscutible como soberbia. Presionado en una salida de máxima exigencia y a una semana de visitar el Camp Nou en un duelo que se adivina decisivo para encarar la recta final del campeonato, el equipo de Simeone goleó por un bestial 2-5.

Una manita para la Liga a la que no restó ninguna brillantez los dos goles postreros del Sevilla, cuando el choque estaba sentenciado con magnificencia desde hacía rato y que no fue aún mayor porque el Atlético, con la goleada solventada, se adornó más de lo necesario.

Con una apuesta ofensiva tan sorprendente como brillantísima, la capacidad de Diego Costa mezcló con la magnificencia de un Griezmann enorme, que anotó un hat-trick y enseñó, a lo grande, su calidad. Una exihbición, la del francés, que se entiende la carta de presentación de este Atlético en la lucha, si es que la hay, por el título liguero que por descontado se sigue dando al Barcelona.

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El partido lo sentenció en la primera media hora el acierto y desacierto ante la portería rival. Pero lo sucedido en la segunda mitad, con un Atlético desatado, dio a entender el hambre de un equipo que mantiene contra viento y marea su esperanza de pelear la Liga al Barça hasta el último suspiro del torneo.

A los dos minutos Oblak apareció milagroso al remate franco de Muriel, en una jugada de gol indiscutible que pudo dibujar una película totalmente diferente, y después de media hora de idas y venidas, de juego duro y vertical por parte de ambos, una pérdida absurda de Banega en la frontal de su propia área provocó el 0-1 anotado por Diego Costa, que significó el principio del fin para el conjunto andaluz.

El Barça, siete puntos por delante al frente de la clasificación, jugará el jueves en Las Palmas conociendo el resultado colchonero, un día antes, frente al Leganés en el Metropolitano. No sería, para nada extraño, que el equipo de Valverde se enfrente a los de Jémez con los de Simeone a cuatro puntos, presionado entonces el líder con ese duelo dominical entre ambos en el Camp Nou en el plano.

Para llegarse a este escenario, de entrada, hay que entender lo que sucedió este domingo en el Pizjuán. Y lo que sucedió es que el Atlético, presentado y conocido como un equipo reservón, solvente pero sin brillantez innecesaria, se dio un homenaje soberbio ante el Sevilla, incapaz de hacerle frente en ningún escenario.

A la que Banega aparcó su liderazgo para regalar el 0-1 a Diego Costa, el poderío local desapareció de mala manera y la labor de Thomas y Gabi desarbolaron los intentos por acercarse más a la meta de Oblak, quien disfrutó en la lejanía del 0-2 anotado por Griezmann, magnífico en un disparo cruzado, lejano, inesperado y brutal.

BAILE

La segunda parte ya fue, sencillamente, un baile colchonero, que dominó futbolísticamente a un Sevilla entregado y que poco menos entregó sus pocas opciones que mantenía por alcanzar la cuarta plaza de la clasificación.

Ahí, después de la tarea de desgaste de Thomas y Gabi en la primera mitad, emergió la figura de Koke, que junto a Saúl por banda se asoció con Griezmann para que la pesadilla sevillista fuera ya absoluta. Así llegó el claro penalti sobre Diego Costa que transformó Griezmann, antes de que el francés asistiera a Koke con un taconazo mágico para el 0-4.

Como si del Barça de Guardiola se tratase, la respuesta de Simeone a la brillantísima actuación de sus hombres no fue precisamente calmarse y esperar el final del partido con calma... Sino que fue a por más. Quiso el entrenador argentino lanzar una señal a navegantes y que se pudiera ver en Barcelona, en el Camp Nou.

Y lo consiguió. Griezmann, ese pedazo de crack al que muchos ven vestido de azulgrana la próxima temporada, redondeó su noche con un hat-trick y aunque Sarabia y Nolito limpiaron mínimamente el resultado, el duelo dio a conocer que, como admitió en su momento Valverde, y como se ha empeñado en repetir una y otra vez, la Liga sigue abierta.

Este Atlético, parece, no se rinde.