Lozano fue un demonio, pero no alcanzó para ganar a Bélgica

Hirving Lozano es show aparte. Su trascendencia va más allá de Eindhoven y llega hasta la Selección Mexicana. No importa si son juegos de preparación u oficiales. En la actualidad es quien comanda al Tri a territorios de certidumbre al ataque, gracias a su velocidad y eficacia. En Bélgica fue el baluarte que se puso frente a unos 'Diablos Rojos' que apenas le vieron el polvo y sufrieron dos goles en el empate (3-3) frente al combinado azteca.

Chucky empezó lento, sin mucha participación, lejos de las jugadas de peligro. Como buen cazador, debía analizar a su presa para después aprovecharse de cada una de sus debilidades. Su segundo tiempo ya fue un festín completo en el que exhibió a la zaga belga y le marcó dos de los tres goles de una Selección Mexicana seria, concentrada y guerrera.

El Tri se tomó el duelo como una verdadera prueba de cara al Mundial. Juan Carlos Osorio presentó una oncena estelar con la que buscó el resultado y sobre todo, un funcionamiento que despejara algunas dudas que ha presentado en encuentros frente a combinados mejores rankeados.

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Desde el principio, los mexicanos buscaron el balón y lo controlaron a placer en buena medida porque Bélgica así lo permitió. La intención de los locales fue ser más directos y en sus despliegues lo demostraban. Uno de esos fue de Hazard que dejó sembrado a Diego Reyes y generó la jugada de gol que él mismo marcó apenas a los 17 minutos.

El Tri, acostumbrado a este tipo de escenarios, no se desconcentró ni perdió la calma. Estar abajo en el marcador es algo a lo que se ha acostumbrado en la era Osorio, pero con quien también han aprendido a responder. Un penalti sobre Javier Hernández convertido por Andrés Guardado fue el empate parcial en el primer tiempo.

Después llegó el show de Lozano. 'Chucky' jugó por las dos bandas, pero donde más daño creó fue desde la izquierda para recortar hacia el centro. Sus dos goles cayeron casi de la misma manera, mientras la zaga belga le sigue buscando la pista. En ambos, la recepción valió para encontrar las redes. Por más que intentó, Thibaut Courtois simplemente no contuvo sus remates. El Tri empezó abajo en el marcador y de pronto remontó hasta colocarse 3-2.

Bélgica, local e impulsado por su gente, no bajó los brazos y volvió al ataque. Con la calidad en el equipo no fue tan complicado encontrar los resquicios también sumado con las vulnerabilidades de la zaga mexicana, que sigue demostrando que es la zona más endeble del equipo.

Romelu Lukaku, quien había marcado el segundo gol, volvió a dar con las redes ante la pasividad de una zaga en la que Moreno, Salcedo y Araujo siempre llegaron tarde a la cita. El empate prevaleció y pudo cambiar de no ser por una falla de Lozano al que le faltaron unos centímetros para marcar por tercera ocasión en la noche. El show de 'Chucky' ya había ocurrido. En Bruselas, el Tri dejó buenas sensaciones a unos meses del Mundial.