Pumas y Chivas regalan un polémico empate en CU

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MÉXICO (Iván Cañada | ESPN Digital) -- Oswaldo Alanís pudo convertirse en ese héroe inesperado de un Guadalajara necesitado de puntos en el Clausura 2018. Era esa parte de la historia en la que el hombre rechazado y doblegado en el principio de pronto fuera el elegido para cambiar el rumbo de los suyos en el torneo. Tuvo dos penales, uno lo anotó para el empate y otro lo falló para la victoria. La igualdad, después de todo, prevaleció entre Pumas y Chivas.

El conjunto rojiblanco se ha acostumbrado a que sus partidos no empiezan hasta que van abajo en el marcador. Es una tendencia en el torneo. Por alguna razón, el Rebaño se presenta en el campo hasta que son parcialmente superados. Les ocurrió hace 10 días en Querétaro y repitieron el patrón en Ciudad Universitaria, donde Pumas aprovechó las concesiones y tomó ventaja.

El modo para llegar a las redes de parte de los universitarios fue muy sencillo: balonazo ya sea a Nicolás Castillo o Matías Alustiza y de ahí buscar el desequilibrio en los mano a mano. Al primer minuto el ‘Chavo’ se acercó con un remate que se fue por un costado y apenas tres minutos después Nicolás sí acertó con las redes. El daño estaba hecho.

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Abajo en el marcador, ahora sí, Chivas entendió que el partido había comenzado. Un par de gritos de Matías Almeyda y todos atentos para plantar cara y buscar el empate, mientras Pumas no se salió de su misión de buscar las contras a velocidad.

El Rebaño tomó el balón fiel a su costumbre y se apoyó en un Rodolfo Pizarro motivado y desequilibrante que en todo momento se quitó rivales y buscó el mejor pase hacia sus compañeros, aunque sin mucha suerte en el primer tiempo. Chivas tenía el juego donde quería y acechaba a su rival, aunque faltaban los disparos hacia el arco de Alfredo Saldívar.

El juego estaba marcado para las contras de los locales que atacaron poco, pero cuando lo hicieron, sobre todo en el primer lapso, fueron peligrosos. Un remate de Jesús Gallardo que primero pegó en la mano de Rodolfo Cota, después impactó en el poste. El segundo de la tarde parecía estar cerca.

Los escasos remates al arco causaron que Almeyda cambiara sus piezas para el segundo tiempo y apostó por los jóvenes José Macías y Jesús Godínez. Sangre nueva que revolucionó el ataque de los visitantes y fueron mucho más claros en ideas y en llegadas.

La constancia e insistencia le valió a los tapatíos para primeramente empatar el marcador tras un penal de Alanís, que en un segundo intento, en el ocaso de la batalla, mandó el balón a la fila 34 para que el empate se quedara en el marcador para desconsuelo de los aficionados del Rebaño que siguen negados con el triunfo mientras la Liguilla se aleja poco a poco.