- André-Pierre Gignac - 84'
- Ángelo Sagal - 81'
Crónica: Gignac rescató el boleto a semifinales para Tigres
(ESPN Digital) Tigres vino de atrás y avanzó a las semifinales del Clausura 2019 al empatar 1-1 con Pachuca con gol de su atacante estrella André Gignac, quien ahora está a una anotación de igualar la marcar a Tomás ‘Jefe’ Boy.
El conjunto universitario sigue vivo gracias a su mejor posición en la tabla del torneo regular luego de igualar a uno en la ida y en la vuelta. La anotación de los Tuzos la noche de este sábado fue obra del chileno Ángelo Sagal.
Tigres decepcionó en la primera parte. Su condición de local no valió de nada, pues jugó con cierta cautela, quizá pensando en que un empate sin goles o a un gol le daba el pase a las semifinales.
Los Tuzos tampoco propusieron el juego; le dejaron la iniciativa a los felinos que desaprovecharon los primeros 45 minutos apabullando en la posesión del balón, pero sin una llegada de peligro. Gignac, el hombre gol de Tigres (con siete tantos), desapareció, pues al margen de que no tenía servicios, Pachuca lo cuidó muy bien por zona.
Enner Valencia tampoco pudo deshacerse de la buena marcación que ejerció la defensa sobre él; a Javier Aquino trataron de ablandarlo con falta tras falta.
Los hidalguenses con todo y que le dieron preferencia al trabajo defensivo, en un par de ocasiones llegaron con claridad a zona de peligro; apostaron a cumplir en la parte baja, pero tampoco se conformaron con eso; llegaron al contragolpe, pues solo el triunfo o un empate a dos anotaciones le mantendría vivo en la fiesta grande.
Al minuto 22, un manotazo de Nahuel Guzmán evitó el gol visitante y mandó a tiro de esquina el remate potente de Erick Aguirre; fue una gran atajada del argentino y la primera jugada clara en cualquier portería. No había un futbol de liguilla, pero sí nerviosismo. El defensa Carlos Salcedo recibió la amarilla por barrerse fuerte y con los tachones al frente al 29’; el árbitro Jorge Antonio Pérez le perdonó la roja.
De nuevo apareció la dupla Edwin-Guzmán al 30’, pero el remate del mexicano fue sacado por Nahuel de nueva cuenta.
Los equipos no arriesgaban y Tigres tenía problemas, ya que al 37’ Nahuel pidió asistencia médica, debido a molestias en la ingle derecha; fue atendido y continuó jugando, aunque sin mucho trabajo bajo los tres postes. Antes que los equipos se fueran al descanso, Valencia fue empujado aparentemente dentro del área, pero sus reclamos y los de la afición no fueron escuchados.
El segundo tiempo fue diferente; ya hubo más vergüenza deportiva. Poco a poco, los equipos se fueron abriendo pues apareció el gol y ahora sí la necesidad por no perder se materializó en un mayor esfuerzo, en una fuerte disputa por el esférico.
Valencia al 51’ se fue al frente peligrosamente, pero perdió el mano a mano con un defensa y la posibilidad de hacer algo más se esfumó.
Luego, Blanco le achicó el ángulo a Luis Quiñones, quien entró de cambio y mandó su disparo por un costado.
Tigres estaba encima y Aquino recibía más golpes. Al 58’ Gignac se quitó la marcación y sacó un disparo que Blanco atrapó sin problema; el remate fue sin mucha potencia. El partido era más luchado, pues se jugaban los últimos 20 minutos.
Enner y Gignac jugaban en zona de riesgo y Pachuca intentaba frenarlos y contragolpeaba. Nahuel al 78’ intervino con tino ante el remate de Sagal, quien entró de relevo.
El delantero chileno fue clave, ya que al 80’ hizo enmudecer el Estadio Universitario. Edwin cobró un tiro de esquina y tras una prolongación de pelota en el primer poste, Sagal en el centro punteó con la zurda y anotó el tanto de la victoria parcial de Pachuca, cuando faltaba poco para el silbatazo final.
Los felinos ahora sí sacaron el orgullo y al 83’ Gignac logró el empate a un gol. Por el lado derecho salió un centro pasado que no pudo despejar Jaine Barreiro y en el segundo palo el europeo anotó con la testa ante la salida del guardameta Blanco.
Gignac hizo el tanto que le daba a Tigres el boleto a las semifinales y que personalmente le ponía a uno de la marca de Tomás Boy.
Casi al final se dio un conato de bronca a un costado del campo. Los jugadores de ambos bandos se empujaron, se gritaron y todo terminó ahí. El cuerpo arbitral prolongó 5 minutos más el juego y el 1-1 no sufrió cambios.