Vargas relanza al Espanyol en Europa

Con un Vargas en plan estelar, el Espanyol pasó de la pesadilla a la euforia.
Con un Vargas en plan estelar, el Espanyol pasó de la pesadilla a la euforia.
EFE

(Jordi Blanco, Barcelona) -- Al Espanyol se le escapaba el tren de la Europa League, atascado e impotente frente al Zorya ucraniano, y revivió con furia en un sprint final protagonizado por Matías Vargas, a quien David Gallego decidió dar entrada en el campo en el minuto 71 para que convirtiera la depresión en euforia. El equipo blanquiazul, que comenzó perdiendo, acabó llevándose la victoria por 3-1 y queda a 90 minutos, la próxima semana, de cumplir con el primer objetivo, grande, de la temporada: entrar en la fase de grupos de la Europa League.

Tocado en la moral todavía por la derrota en el estreno liguero contra el Sevilla, al Espanyol le costó un mundo entrar en la dinámica del partido, enfrentado a un rival más poderoso físicamente, bien colocado en defensa y veloz a la contra que se le atragantó en una primera mitad de pesadilla, en la que tuvo apenas dos buenas llegadas al área de Shevchenko y que acabó por debajo en el marcador, víctima de un golazo de Kochergin en el minuto 38.

Desmoralizado y temiéndose lo peor, el entrenador cambió de planteamiento en la segunda mitad, con la entrada de Víctor Sánchez, más ofensivo, en lugar de Dídac Vilà y buscando más el juego por las bandas. Mejoró un tanto la imagen, se adueñó del juego y fue arrastrando al Zorya, que sin embargo fue superando el tiempo con seriedad y ni con el 1-1 logrado por el Chucky Ferreyra a los 58 minutos se descompuso.

REVOLUCIÓN

La depresión volvió al plano en cuanto a Granero le detuvo un penalti Shevchenko y el equipo cayó en un letargo... Del que le despertó a lo bestia el Monito Vargas. Extrañamente suplente, el argentino entró en el campo a los 71 minutos con la misión de revolucionar el juego. Y a fe que lo hizo. De manera sobresaliente.

Colega de Darder en la combinación, eléctrico, atrevido y vertical, el futbolista argentino se bastó para asustar a un rival que comenzó a mirar el reloj con desespero hasta que Javi López logró entrando por la banda derecha, el 2-1 que provocaba la remontada... Y que dio paso a un auténtico ataque sin cuartel hasta que Vargas a nueve minutos del final, sentenció con un golazo.

Recogió un pase adelantado de Wu Lei, engañó con un recorte hacia atrás que sorprendió... Y lanzó una rosca magnífica, marca de la casa, que el meta ucraniano apenas si pudo seguir con la mirada, viendo el balón entrar cerca de su escuadra.

Del 0-1 al 3-1, el Espanyol pasó de la pesadilla a la euforia, consciente de que aún queda el partido de vuelta pero con la esperanza al máximo... Y con el Monito Vargas en plan estelar.