El Lokomotiv sorprendió al Bayer

El Lokomotiv Moscú sorprendió al Bayer Leverkusen (1-2) en un partido en el que los rusos aprovecharon los errores infantiles de la defensa local en la primera parte para llevarse merecidamente los tres puntos.

El polaco Krychowiak abrió el marcador a los quince minutos, los alemanes empataron tras un gol en arco propio del campeón mundial Howedes y el arquero del Bayer regaló la victoria a los rusos con un error de bulto a la media hora.

EFE

Hacía 17 años que el Lokomotiv no ganaba fuera de casa en la máxima competición continental, ya que fue en 2002 cuando los rusos ganaron por la mínima en el estadio del Galatasaray.

Pese a haber sido vapuleado por Borussia Dortmund el pasado fin de semana (4-0), el técnico local, el holandés Peter Bosz, sólo introdujo un cambio en el equipo: el jamaicano Bailey.

Mientras, Yuri Siomin se vio obligado a jugar con cinco defensas ante la baja por lesión de los dos hermanos Miranchuk, los futbolistas más creativos de la plantel.

Havertz, la promesa del equipo alemán, fue el primero en avisar desde la izquierda con un disparo que fue blocado sin dificultades por Guilherme tras una buena jugada colectiva.

Pero el Lokomotiv no se anduvo por las ramas y en su primera llegada con peligro, inauguró el marcador.

El portugués Joao Mario, cedido por el Inter de Milán, dio un sutil pase al polaco Krychowiak, que se internó en el área grande y soltó un latigazo imparable para el arquero local. (min.16)

La alegría le duró poco a los rusos. Y es que el central alemán del Lokomotiv, Howedes, parecía decidido a ayudar a sus compatriotas.

Un disparo del chileno Arangüiz que no representaba peligro alguno para el arquero del Lokomotiv fue despejado incomprensiblemente por el defensa teutón contra su propio arco. (min.25)

Y vuelta a empezar. Presión alta y contraataques de los rusos y posesión de la pelota y dominio infructuoso de los alemanes.

Le devolvió el favor al Lokomotiv diez minutos después el arquero finlandés del Bayer, que despejo mal la pelota ante la presión de los rusos, lo que fue aprovechado por Bárinov para marcar a puerta vacía desde unos 30 metros. (min.36)

Tras el descanso, los alemanes salieron a por todas. Así, a los cinco minutos un centro desde la derecha fue aprovechado para Havertz para rematar a bocajarro al borde del área pequeña, pero incomprensiblemente la pelota salió por encima del larguero.

Después fue el argentino Lucas Alario, que fue el revulsivo elegido en el descanso por el entrenador local, el que puso a prueba a Guilherme con un disparo escorado.

Mientras los rusos apostaban claramente por el contraataque, al campo saltó Amiri, un futbolista de origen afgano capaz de cambiar la suerte de un partido.

El que nunca dejó de creer fue Arangüiz, quien dio un pase de gol al propio Amiri, pero su disparo envenenado fue despejado con la yema de los dedos por Guilherme, que fue capaz de levantarse y despejar a córner la pelota que había quedado suelta.

De esta forma, los rusos se hicieron con una victoria importantísima para el equipo patrocinado por los Ferrocarriles de Rusia que el pasado año perdió los primeros cinco partidos de la fase de grupos.