Barcelona firma otro fracaso

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BILBAO (Jordi Blanco, corresponsal) -- El Barça también. Como el Real Madrid o el Villarreal. Como antes el Valencia... Como tantos. La Copa a un partido le derrumbó en San Mamés, de forma cruel, en el último suspiro y después de jugar un partido excelente, de rozar la victoria en una segunda mitad que mandó con autoridad y en la que solo le faltó el gol.

Protagonista de las seis últimas finales del torneo, el equipo de Setién se despidió del primer título de la temporada. Mereció mejor suerte, pero no tuvo acierto de cara al gol y lo acabó pagando en el último suspiro.

Partido enorme, sin vuelta atrás y con una semifinal de Copa en juego, el Athletic se plantó tan rabioso en el campo como firme y concentrado el Barça, conocedor del plan rojiblanco y que se entregó a la pelea sin disimulo, convirtiéndose el partido en un toma y daca constante, en una búsqueda desesperada por parte de los locales de la portería de Ter Stegen y en un paciente ejercicio de fútbol de los barcelonistas, confiando en que fuera rebajando la intensidad. Lo que no ocurrió.

Se presentó Messi con una jugada excelsa a los cuatro minutos que remató fuera Ansu Fati para frenar el ímpetu del Athletic, y dar a entender su presencia en el partido y tomar el liderazgo de un Barça que rozó el gol poco después, cuando Núñez se cruzó en el remate, otra vez, de Ansu. Entendía el equipo de Setién la necesidad de hacerse notar con el balón y respondían con furia los locales, que celebraron un gol de Williams, anulado por fuera de juego.

Presionando muy arriba y complicando la salida de balón al Barça, provocando hasta tres errores de Ter Stegen en la entrega y asustando a trompicones, conseguía el Athletic mantener al Barça alejado de su área, defendiendo también muy arriba en un juego muy revolucionado y que, llegado al descanso, invitó a sospechar una segunda mitad menos intensa.

FORTALEZA

Ocurrió, en la segunda mitad, que el Athletic, acaso notando el esfuerzo de la primera, dio un paso atrás y dos al frente dio el Barça, decidido a tomar el protagonismo y al que el cambio, sorprendente de entrada, de Griezmann por Ansu Fati le convirtió en dueño del juego.

Creció el Barça en la misma medida que se agazapó el Athletic, salvado a los 69 minutos por la pierna de Unai Simón al remate de Griezmann cuando más y mejor jugaban los de Setién, decididos a no dar descanso a un rival cada vez menos atrevido y más confiado en hallar el premio a través de una contra que pudiera encontrar despistado al rival que en seguir plantándole cara en un juego de ida y vuelta que ya no era tal.

Insistente y a la vez precavido, el Barcelona fue manejando el juego, cociendo el partido con pausa y posesión, buscando el pase decisivo, la jugada definitiva... Y la tuvo en el minuto 87, con un pase medido, filtrado y magnífico, de Arthur a Messi, que se plantó en el área y disparó cruzado por bajo... Para que la pierna, otra vez, de Unai Simón evitase el gol que habría sido, se supone, decisivo en la eliminatoria.

Corría con desespero el Athletic tras el balón, intentando plantar cara a un partido enorme, en una batalla descomunal que... Acabó por decidirse en tiempo añadido, con el gol de Iñaki Williams cuando ya se olía la prórroga.

Peinó el balón Williams y se hundió en la miseria el Barça. Entregado a todo, peleando y merecedor de mejor suerte... se fue de la Copa en silencio.