Real Madrid somete al Barcelona y se coloca como líder

Benzema abrió el marcador para el club merengue en el minuto 13 del Clásico.
Benzema abrió el marcador para el club merengue en el minuto 13 del Clásico.
EPA

Jordi Blanco (Corresponsal en Barcelona) -- El Real Madrid es el nuevo líder, al menos hasta el domingo por la noche, de LaLiga. El Clásico le vino grande, mucho, al Barça en una primera mitad en la que apenas si existió en ataque y el tiempo le fue insuficiente en la segunda, cuando mejoró con el cambio de Griezmann por Dest, recortando la ventaja local pero sin llegar a igualar. El 2-1 no le bastó y se marchó de vacío de Valdebebas, disfrutando el Madrid de una victoria sufrida y con un punto de polémica, con una caída de Braithwaite en el área local a la que no atendió el árbitro, para que no faltase de nada.

No varió el dibujo pero sí las piezas el entrenador azulgrana, devolviendo a De Jong al centro del campo con la intención de imponer el juego ahí, sacrificando a Griezmann y dando entrada a Araújo en defensa... Y la respuesta de Zidane, como si hubiera adivinado las intenciones de Koeman, fue soberbia con la presencia de Federico Valverde en lugar de Marco Asensio, reforzando el músculo y la velocidad en la zona central para desactivar la idea del Barça. Le funcionó, en la primera mitad, a la perfección.

Comenzó salvando Courtois un centro envenenado de Alba que buscaba a Dembélé pero aquella llegada azulgrana con peligro fue apenas un espejismo ante lo que se venía. Apenas cuatro minutos después, sin alcanzarse aún el cuarto de hora, una rápida contra del Real tomó descolocado al lateral zurdo azulgrana, llegó el balón en la banda a Lucas Vázquez y su centro cerrado lo remató, magnífico en el desmarque y más en la definición, Benzema con el tacón para lograr el primero.

Le dolió al Barça ese gol, puesto que llevando el control del juego no asustaba en ataque y le dio calma al Madrid, bien en defensa, superior en el centro del campo y vertical en ataque. Y así llegó el segundo golpe, que arrodilló casi definitivamente a los azulgrana. Una falta forzada por Vinicius la lanzó Kroos, el balón rebotó en la espalda de Dest, despistó a Ter Stegen y se coló ante la euforia local y desespero visitante, tan impotente como desesperado...

De hecho, hasta el descanso apenas si existió en ataque. Dembélé no dio una a derechas y no fue hasta el último suspiro cuando disfrutó de dos ocasiones, las únicas desde aquella atajada de Courtois a los nueve minutos, con un corner directo de Messi que se estrelló en el palo y un remate posterior que fue rechazado.

REACCIÓN INSUFICIENTE

Reaccionó Koeman en el descanso retocando el dibujo, con la entrada de Griezmann por Dest, la recolocación de Mingueza en el lateral, la subida de De Jong al centro del campo y posicionándose Messi de falso nueve. Y lo agradeció el Barça en su juego, mucho más

incisivo, ofensivo e incómodo para el Madrid, cada vez más apocado ante la rebelión de los visitantes.

El premio llegó a la hora de partido con el gol de Mingueza, el primero que anota en la temporada, y redobló las esperanzas de un Barça que cada vez más contra el reloj fue a buscar la igualada con determinación, con convencimiento y con tantas ganas como las que puso el Madrid en defender su exigua renta.

Siguió tocando piezas Koeman con las entradas de Sergi Roberto e Ilaix primero y Trincao y Braithwaite después reafirmando sus intenciones pero resistió con todo y contra todo el equipo de Zidane, que también refrescó a su equipo y que debió temblar con la caída de Braithwaite ante el sospechoso desequilibrio de Mendy que a pesar de todas las protestas azulgranas no consideró penalti el árbitro a cinco minutos del 90.

El último esfuerzo no le bastó al Barça, atacando con furia y de todas las maneras, incluso con un remate de Ilaix al travesaño en el último suspiro. El Madrid ganó, sin que se escapase el Clásico de la polémica, y es el nuevo líder de LaLiga.