El Barcelona resurge en Granada con la explosión de Messi y Griezmann

BARCELONA (Jordi Blanco, corresponsal) -- El Barcelona repitió buenas sensaciones y sumó su cuarta victoria consecutiva lejos del Camp Nou, goleando en Los Cármenes por 0-4, para dar un golpe sobre la mesa y anunciar que está de vuelta... O eso parece. Habrá que esperar, desde luego, pero visto su partido en Granada, solvente, firme, serio y sin fisuras puede aventurarse que el equipo de Koeman va dejando atrás la depresión y llama a la puerta del optimismo.


Un Barça al que su entrenador se dio el gusto, incluso, de dar descanso a Lionel Messi en la parte final del partido, después de su nueva exhibición con otros dos goles en una actuación tan convincente de todo el equipo como en Bilbao. Y casi, a pesar de la diferencia abismal del resultado final, con un guión casi calcado.

Inicio aterrador, con un error indecente de pase de Frenkie de Jong al que socorrió Ter Stegen con un paradón a Puertas antes de llegarse al segundo minuto y rearme global del equipo para tomar el control. Si en San Mamés Williams marcó y obligó a una remontada, en Los Cármenes la atajada del meta alemán dio paso a que el Barça dejase a un lado cualquier lamentación y se pusiera a trabajar de inmediato.

Así llegó, con fortuna, protesta y justicia, el 0-1 apenas transcurridos doce minutos, en un pase filtrado de Sergio Busquets que cortó Soldado para asistir a Antoine Griezmann, cuya posición de fuera de juego quedaba invalidada por el 'pase' involuntario del jugador del Granada. Tan chocante era la posición del francés al recibir el balón como claro el reglamento. Y válido absolutamente el gol.

El gol le dio ánimo al Barcelona, que se adueñó ya sin más espera del partido, sometiendo a un Granada peleón pero inferior ante el ritmo de juego que imprimía el equipo de Koeman. Rápido en la combinación, bien en el desmarque y mejor en la posición, no había mucho que discutir.

Y menos después de que Griezmann asistiera a Messi al bordel del área y el capitán soltase un remate magnífico a la escuadra de Rui Silva, imposible de alcanzar y que transcurrido algo más de media hora de partido colocaba un 0-2 terrorífico para las esperanzas andaluzas.

Todo acabó rozándose el descanso, con una falta a Pedri en el borde del área y el disparo raso, ajustado, fenomenal e imparable del capitán. 0-3 y fin de la historia.

RELAJADO

Sentenciado el partido, la segunda mitad se entendía de un cierto descanso para el Barça, pensando en la Supercopa, ahorrando energías y más pendiente de mantener su cómoda victoria que en arrasar al mismo Granada que la pasada temporada le venció por 2-0 para convertirse en el principio del fin de Ernesto Valverde.

Con todo se sospechaba más probable otro gol del Barça que uno andaluz y así llegó el 0-4, doblete de Griezmann, con un estupendo pase de Ousmane Dembélé que Antoine certificó de disparo cruzado apenas superada la hora de partido.

Sentenciado con nota el triunfo, el cuarto consecutivo lejos del Camp Nou, Koeman movió piezas en busca del descanso de los cracks. Fueron marchando Messi, De Jong, Pedri y Dembélé del cèsped y hasta tuvo minutos Riqui Puig, protagonista de un magnífico pase en diagonal para Martin Braithwaite que desembocó en la expulsión de Vallejo.

Poco o nada pudo hacer el Granada para evitar la tormenta azulgrana. Desconocido en el recuerdo de aquel equipo timorato, fallón y deprimido, el Barça enlazó su cuarto desplazamiento ganando, octava jornada sin perder sumando 20 de los últimos 24 puntos.

Motivos para creer. De momento...