España tiene en sus manos el pase al Mundial tras vencer a Grecia

España festeja contra Grecia
España festeja contra Grecia
Getty Images

(Jordi Blanco, corresponsal) -- España disfrutó en Atenas de una jornada redonda. Venció a Grecia, lo principal, y se vio beneficiada de la sorprendente, inaudita, derrota de Suecia en Georgia que la catapultó de forma inesperada al liderato del grupo a una jornada de acabar la fase de clasificación. Si el domingo se impone a Suecia en Sevilla la Roja acudirá directamente al Mundial de Qatar.

Cómoda, segura, confiada y superior, la España de Luis Enrique apenas si encontró competencia en los últimos minutos en un equipo griego que se parapetó rápido atrás, confiando en una contra para asustar a Unai y concediendo todo el protagonismo a una Roja en la que Busquets, amenazado de sanción, fue suplente.

Se fue como pudo, con todo, arriba Grecia en la parte final del partido, confiada en anular la ventaja mínima de España, dominadora en juego pero errática en el remate final, dinámica al mover el balón hasta el área local para una vez allí no encontrar la sentencia, ya fuera por medio de Raúl de Tomás, discreto debutante, o Morata, estrellado sin fortuna. Ni con la entrada de Dani Olmo y Rodrigo, ya en la segunda mitad, varió este déficit ofensivo, lo que pudo pasarle factura, por más injusto que habría podido estimarse a la vista del juego.

Había asustado de entrada el conjunto heleno a los 20 minutos con un gol montado en un rápido contragolpe que fue anulado por fuera de juego y motivó el paso adelante, necesario, de España, que apenas cinco minutos después se avanzó en el marcador gracias a un discutible penalti cometido sobre Íñigo Martínez, justo después de que el balón tocase probablemente en el brazo de Laporte. El lanzamiento de Sarabia, inapelable, significó el 0-1 y ese 0-1 dio paso a un monólogo español sin más contratiempos hasta el descanso, al que podría haber llegado con más ventaja de no haber detenido milagrosamente Vlachodimos un remate a bocajarro de Morata.

Con una actuación sobresaliente del joven Gavi, hasta que fue sustituido por Busquets tras recibir un fuerte manotazo en la cara, y un dominio absoluto de la situación en el centro del campo España se bastó para maniatar a los helenos hasta, curiosamente, la desaparición de Gavi, que coincidió con el crecimiento paulatino de los griegos y sus llegadas al área de Unai para hacer temer que esa victoria, hasta entonces cómoda, tuviera que ser sufrida.

Lo fue, en un final defendido como pudo la Roja y le dio el premio máximo al que aspiraba en su desplazamiento a Atenas. Perdió Suecia, ganó España y el Mundial de Qatar ya está a un solo punto...