El Barça dice adiós en otra noche para el olvido

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Gol anulado al Barcelona por fuera de juego

Los culés intentan descontar diferencias, pero el árbitro no concede el gol.


(Jordi Blanco, ESPN Digital -- El Barcelona cerró la Liga de la forma más triste. Destensado, abandonado por los suyos (apenas 45 mil aficionados en el Camp Nou) y derrotado (0-2) por un Villarreal que jugándose una plaza en la Europa League le avergonzó de mala manera. Si perpetró un simulacro de partido la semana anterior en Getafe, empatando a nada ante un rival que, como él, necesitaba un punto para alcanzar el objetivo, se despidió de la temporada con otra actuación para guardar en el cajón del olvido.

Solo pareció existir el equipo azulgrana en los últimos 20-25 minutos, con Ansu en el campo, revolucionando él solo un juego soporífero y enseñándole a Dembélé, otro que pudo despedirse del Camp Nou como Adama, el significado de la tensión, el orgullo y la responsabilidad futbolística.

Moi Gomez anota el segundo gol del Villarreal.
Moi Gomez anota el segundo gol del Villarreal.
AP Photo/Joan Mateu Parra

Antes de eso hubo poco, muy poco. Un remate de Adama y otro Ferran. Esos fueron los únicos apuntes ofensivos de cierto peligro en toda la primera parte del Barça. Los únicos dignos de ser anotados y que en condiciones normales, con un equipo puesto en materia, ni habrían sido merecedores de tal consideración. Tal fue el desbarajuste de un Barça que no se sabía si iba o venía y en el que apenas la contundencia y liderazgo de Araújo sobresalió del tedio.

El Villarreal de Unai Emery sabía bien lo que se jugaba y supo, desde el minuto uno, como buscar su objetivo. Ganar le aseguraba la séptima plaza y un puesto en la Europa League, independientemente de lo que hiciera el Athletic en Sevilla, y ante ese escenario planteó un partido muy serio, alejado del suicidio persiguiendo la victoria con desespero y esperando la ocasión de clavar el golpe oportuno.

Araújo, en dos ocasiones, abortó sendos contragolpes con peligro, pero a la tercera, rozándose el descanso, un mal entendimiento entre Alves y Adama, que no fue a hacerle la cobertura al brasileño, permitió la internada de Parejo, la asistencia a Pedraza y el remate franco de este para superar a Ter Stegen, vendido ante la adversidad.

ESPERANDO TIEMPOS MEJORES

La segunda parte, en clave azulgrana, fue un auténtico sinsentido... Hasta que apareció en escena Ansu Fati, rozándose la hora de partido y cuando el Villarreal ya ganaba 0-2 por obra y gracia de otra actuación desgraciada de Adama.

El canterano bajó a defender la banda derecha, no se sabe si por hacer la cobertura a Alves o por vigilar una posición que el brasileño dejó huérfana sin necesidad, y recuperando el balón llegó hasta la línea de fondo, soltando un disparo de despeje con tan mala fortuna que fue a dar con el balón en el punto de penalti, donde lo recogió amablemente Moi Gómez para fusilar a Ter Stegen.

Hasta entonces una falta en el límite del área a Ferran y nada más. Y a partir de la entrada de Ansu y Dembélé, poco más que las ganas del canterano, la anarquía del francés y las entradas con sabor a despedida, también, de Riqui Puig y Mingueza.

Se anuló un gol a Frenkie de Jong (jugada que sirvió para confirmar que estaba en el campo) por fuera de juego previo de Ansu y de ahí, minuto 73, al final el partido fue un constante ataque desordenado y descontroldo del Barça frente a un rival serio y tenaz.

Unos sabían lo que querían y los otros pareció que ni sabían qué debían querer. Así de triste fue el desenlace liguero en el Camp Nou.