Messi y Mbappé salvaron a PSG

(EFE).- Cuando la soga rodeaba el cuello de Christophe Galtier y se avecinaba una fuerte tormenta en París Saint-Germain, entre Kylian Mbappé, creador de una obra de arte, y Lionel Messi, con un tanto de tiro libre en el minuto 94, derrotaron 4-3 a Lille y salvaron a su entrenador, que vivió en el abismo durante buena parte del segundo acto.

Messi, a pura precisión: el argentino convirtió de tiro libre el cuarto gol del triunfo de PSG ante Lille.
Messi, a pura precisión: el argentino convirtió de tiro libre el cuarto gol del triunfo de PSG ante Lille.
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El Parque de los Príncipes vivió una jornada digna de estudio. Pasó de la más absoluta decepción al jolgorio más extravagante con la figura de su asesor deportivo, Luis Campos, como principal protagonista. Con todo perdido, con un 2-3 en contra en el marcador tras el tanto de Jonathan Bamba en el minuto 69, Campos bajó del palco a la tribuna a gesticular con desdén y mal gusto contra su equipo. Envuelto en varios problemas con algunos jugadores en las dos últimas semanas, parecía frotarse las manos ante una más que probable destitución de Galtier.

Sin embargo, de los gritos y los gestos poco edificantes pasó al éxtasis con el tanto de Messi, que de tiro libre dio vuelta la historia para cortar una racha de tres derrotas consecutivas de su equipo. Campos, como un aficionado de bar, saltó al césped en los últimos minutos del choque y hasta se permitió el lujo de dar órdenes.

Seguro que el asesor de PSG esperaba una reacción contundente de su equipo, envuelto en una dinámica peligrosa y rodeado de polémicas. La última, la protagonizó esta semana Neymar, que tras la caída en la ida de los octavos de final de la UEFA Champions League ante Bayern (0-1), se fue a jugar al póker y a comer hamburguesas. Antes, tras perder frente a Mónaco 3-1, se desató una bronca con fuego cruzado entre Campos y algunos futbolistas, cuyo rendimiento no cambió cuando se demandaba una reacción.

Además, Neymar se lesionó y apareció la peor imagen de Messi, que aunque salvó al cuadro parisino, hasta el gol que term,inó con la crisis deambuló por el césped del Parque de los Príncipes como un jugador absolutamente desganado. Solo Mbappé fue capaz de mostrarse diferente y compenetrado en una jornada en la que Olympique Marsella quedará como mínimo a cinco puntos del líder.

Deprimido por los últimos resultados, París Saint-Germain vivió de las apariciones de Mbappé y de la varita de Messi para silenciar las críticas. Sus aciertos no escondieron las carencias de los hombres de Galtier, que cometieron errores de juveniles que casi costaron caros.

Y es que antes del primer tanto de Mbappé, Lille le dio dos sustos tremendos a París Saint-Germain. El primero, a los cuarenta segundos, cuando Timothy Weah se encontró con una pelota dentro del área, sin oposición y con toda la zaga parisina dormida. Gianluigi Donnarumma sí salió enchufado y con sus piernas despejó el que habría sido un jarro de agua fría importante para PSG.

Pero ahí no terminó todo el ejercicio de despropósitos defensivos, porque instantes antes de que Mbappé abriera el marcador, Presnel Kimpembe le regaló a Jonathan David un mano a mano tras una cesión imprudente sobre Donnarumma, que de nuevo salvó a sus compañeros.

Entonces, ahora sí, apareció Mbappé para paralizar el tiempo en el Parque de los Príncipes. Su jugada, ejecutada en apenas unos segundos, valía una entrada. Entró por la izquierda, encaró el área con Tiago Djalo y Bafode Diakite delante como una oposición seria e impenetrable. Se deshizo de ambos con un túnel monumental sobre el primero, resistió las embestidas de los dos y con un derechazo imparable batió a Lucas Chevalier.

Su tanto no solo inauguró el marcador. También tranquilizó por unos instantes a un equipo inseguro que jugó con fuego y que apenas tres minutos después marcó el segundo por medio de Neymar. El brasileño cerró a placer una jugada colectiva que terminaron de hilvanar Messi y Vitinha y que disfrazó la polémica del póker y la hamburguesa.

Con ese gol, PSG se encaminaba a una jornada feliz. Lille parecía derrotado, con el recuerdo del 1-7 de la ida y todo indicaba que se iba a derrumbar como un castillo de naipes. Sin embargo, se hizo con el control del partido y volvieron los sustos al arco de Donnarumma. Primero, con un cabezazo de Jonathan David que salvó el portero italiano. Y, segundo, con el acierto de Diakite, que firmó un 2-1 inquietante para el conjunto parisino de cara al segundo tiempo.

La tensión subió cuando Neymar tuvo que abandonar el terreno de juego en los primeros instantes del duelo tras la reanudación. Una entrada de Benjamin Andre derribó al brasileño, que se torció el tobillo derecho para cerrar su actuación en el choque a los 51 minutos.

París Saint-Germain, sin rumbo, se llevó otro disgusto con el tanto de penal de Jonathan David, el número quince del delantero canadiense esta temporada, y que precedió al gol de Bamba que provocó el enojo definitivo de Luis Campos. Entonces, casi al final, primero apareció Mbappé y después Messi, para cerrar la victoria con una falta que dio oxígeno a Galtier cuando Zinedine Zidane ya calentaba en la banda.

-- Ficha técnica:

4.- París Saint-Germain: Donnaruma; Pembele (Soler, min. 75), Sergio Ramos, Kimpembe, Mendes (Bernat, min. 31); Vitinha (Zaire-Emery (min. 75), Verratti, Fabián Ruiz (Pereira, min. 75); Messi, Neymar (Ekitike, min. 51) y Mbappé.

3.- Lille: Chevalier; Diakite (Gudmundsson, min. 67), Fonte (Yoro, min. 14), Djalo, Weah; Angel Gomes (Virginius, min. 88), Andre Benjamin; André Gomes, Cabella (Baleba, min. 88), Bamba; y David.

Goles: 1-0, min. 11: Mbappé; 2-0, min. 17: Neymar; 2-1, min. 24: Diakite; 2-2, min. 58: Jonathan David, de penal; 2-3, min. 69: Bamba; 3-3, min. 87: Mbappé; 4-3, min. 95: Messi

Árbitro: Willy Delajod. Mostró tarjeta amarilla a Diakite (min. 45), Bamba (min. 63), Jonathan David (min. 89) y Benjamin Andre (min. 93) por parte de Lille y a Verratti (min. 56) y a Mbappé (min. 77) por parte de París Saint-Germain.

Incidencias: partido correspondiente a la vigésimo cuarta jornada de la Ligue 1 de Francia disputado en el estadio Parque de los Príncipes de París ante cerca de 40.000 espectadores.