Barcelona es Campeón tras imponerse en el derbi catalán

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Las palabras de los campeones de LaLiga

Los jugadores del Barcelona destacaron la obtención del título en una temporada complicada.


BARCELONA (Jordi Blanco, corresponsal) -- El Barcelona ya es campeón de Liga. Avisó Xavi en la previa que tenía prisa por conquistar el título y a la primera oportunidad lo sentenció en un derbi que no tuvo más color que el amarillo que vistió el líder en un RCD Stadium que tardó bien poco en rendirse a la evidencia. Ganó el Barça, 2-4, un duelo muy desigual que ya dominaba por 0-2 a los 20 minutos, prácticamente cuando el Espanyol se rindió a su suerte.

Apoyado por una afición entregada, el equipo de Luis García se presentó en el partido revolucionado y antes de cumplirse un minuto Joselu avisó con un remate cruzado que, anulado por fuera de juego, daba a pensar que la necesidad periquita mostraría un choque equilibrado. Nada más lejos de la realidad. En cuanto Alejandro Balde se adueñó de su banda y la pareja formada por De Jong y Pedri comenzó a carburar el Barça derrumbó a un rival impotente.

Rozó el 0-1 el canario a los 5 minutos y abrió el marcador Lewandowski a los 11, rematando a placer, a boca de gol, una perfecta asistencia de Balde, que ganó la línea de fondo tras una sensacional internada. El gol fue el principio del fin para el Espanyol, que ya no levantó cabeza.

El Barça, que acumuló al descanso una posesión superior al 72 por ciento, hundió más a los periquitos con el 0-2 de Balde a los 20 minutos, ganando la posición desde atrás a Óscar Gil para rematar en posición acrobática el centro pasado de Pedri. Y a partir de ahí se acabó cualquier discusión.

Derrumbados sin remisión, los futbolistas de Luis García apenas si podían perseguir con la mirada un balón que se pasaban los jugadores de Xavi con una superioridad insultante mientras la afición local ya empezaba a dar por perdido el partido y se dedicaba a protestar contra los dirigentes.

Disfrutaba el Barça de tal manera que se aventuraba más posible el 0-3 que el 1-2... Y así ocurrió, a cinco minutos del descanso, cuando Lewandowski, otra vez en boca de gol tras ganarle la posición a los despistados centrales locales, remachó a placer la asistencia de Raphinha.

Ya con goleada se acabó un primer tiempo en el que el Espanyol avisó por única vez en el tiempo añadido por medio de Braithwaite, cuyo remate rechazó Ter Stegen. Demasiado poco, apenas nada, para discutir un partido resuelto.

SIN MÁS

Con más ánimo de lavar su imagen que de buscar una remontada imposible, el Espanyol

acudió al segundo periodo avanzando sus líneas y buscando el área de Ter Stegen mientras el Barça se tomaba este inicio con precaución, pendiente no encajar un gol que pudiera encender mínimamente el derbi.

Cumplió con el objetivo el Barça sin más problemas... Y a la primera que vuvo, llegándose al minuto 53, metió el cuarto, en una asistencia excelente de De Jong que cabeceó con inverosímil comodidad, Koundé a la red.

Incrédulo el público y sorprendido el propio líder por la nula resistencia del rival todo se había acabado ya antes de llegarse a la hora de partido, empezándose a pensar si el Barça celebraría el título con la mayor goleada de su historia en terreno blanquiazul, superando el 1-5 que consiguiera en este mismo estadio en diciembre de 2010.

No lo consiguió por cuanto Javi Puado y Joselu en la recta final lograron evitar que la goleada fuera una auténtica humillación... Pero al Barça eso ya ni le ocupaba ni preocupaba. Campeón con mayúsculas celebró el título en el mismo cèsped, ajeno a los gritos de la hinchada local y disfrutando de un momento que llevaba esperando, el club, cuatro años.