Milan sorprende con aplastante goleada al líder Napoli

Con doblete de Leao y los goles de Brahim y Saelemaekers el campeón se impuso con autoridad al puntero de la Serie A.

(EFE) -- El Milan vapuleó este domingo al Nápoles (0-4) en el estadio Diego Armando Maradona, en un choque que se presentó como mucho más que un simple partido de Serie A y que sirvió a los 'rossoneri' para lanzar un aviso ante la eliminatoria de cuartos de final de Liga de Campeones que les enfrentará en poco más de una semana.

No sonó el himno de la 'Champions' en el estadio, pero los jugadores encararon el partido como si así fuera. Y como si de un partido de esta competición se tratara, el Milan volvió a exhibir su mejor versión, sembrando las dudas en un Nápoles que llegaba con el cartel de absoluto favorito para una eliminatoria que ahora se antoja mucho más igualada.

Empezó el choque en el Maradona a la altura de lo esperado. No era un partido más, era la oportunidad del Nápoles para reafirmarse como un rival inalcanzable, pero también la oportunidad del Milan para recuperar la confianza y volver a sentirse el campeón del 'Scudetto'.

Leao brilló con doblete ante Napoli.
Leao brilló con doblete ante Napoli.
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Y esta vez fue le Milan el que se llevó el duelo. Se impuso con un partido que recordó a los de la memorable temporada pasada. Volvió Pioli a su ADN, a la defensa de cuatro y a un doble pivote con Bennacer-Tonali. Pero lo más importante fue la vuelta de Leao y el espectacular primer tiempo de Brahim, dueño y señor del encuentro.

Empezó pronto el show del malagueño, que a punto estuvo de abrir el marcador en los primeros minutos con un tímido disparo desde la frontal cuando los dos equipos, conscientes de que no era un solo partido de liga, todavía se medían.

Pero no tardó mucho el Milan en hacerse dueño del combate. No solo con balón, atacando claramente el perfil diestro de Mario Rui y Kim Min-Jae; sino con solidez atrás tapando a Simeone y Kvaratskhelia, abrumados por el entramado defensivo 'rossonero', siempre demasiado alejados como para inquietar a un Maignan que cuando tuvo que aparecer, apareció.

La sensación de que el Milan estaba bien plantado estuvo opacada 17 minutos por el potencial de un Nápoles que marcha imparable. Siempre dio la sensación en el Maradona de que en cualquier momento los 'azzurri' podían poner una marcha más para empezar con la fiesta. Fue un espejismo, una ilusión. Porque el que metió la marcha más fue Brahim con una jugada individual en el perfil diestro.

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Sacó a relucir su calidad el '10' milanista y con dos toques se deshizo de Lobotka y Mario Rui mientras Calabria arrastró a Min-Jae a banda. Aprovechó el espacio Leao y Brahim le sirvió en bandeja de plata un pase que el luso, con una sutil picada, usó para silenciar el estadio del líder.

Fue solo el primer paso de un Brahim desatado. Y es que apenas nueve minutos después, el español pisó área desde la segunda línea, indetectable, se hizo con un balón suelto tras un centro de Bennacer y, de nuevo exhibiendo su calidad, sentó a Mario Rui en el área pequeña, con un recorte en una baldosa, para fusilar a Meret con un disparó que desvió ligeramente Kim Min-Jae.

Parecía otro Milan, y parecía otro Nápoles. Una situación que intentó corregir rápidamente el conjunto que dirige Luciano Spalletti saltando al verde en el segundo acto con intensidad, sin especular, convencido de que era posible la remontada. Pero se topó dos veces con el muro Maignan y lo que se antojaba como un monólogo de los partenopeos sobre la puerta visitante se convirtió en la sentencia milanista.

Ya sin Brahim en el campo, sustituido por molestias, Leao acaparó todos los focos. Recibió de Tonali en banda izquierda y por su cabeza solo pasaba la portería de Meret. Se valió de su técnica y de su físico para dejar atrás a Rrahmani con facilidad y fusiló con la zurda para rubricar su doblete. El Milan se estaba dando un festín en casa del líder.

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Pero el 0-3, a Saelemaekers, no debió parecerle suficiente ante un Nápoles claramente dolido, que se desangraba en cada acción, por primera vez en la temporada sin rumbo, sin un plan, despojado de su esencia por culpa de un Milan que se agigantó en el momento justo de la temporada. El belga no perdonó el pasillo que le facilitó la zaga local y se plantó solo ante el Meret para superarle y poner el cuarto.

No hubo más golpes. El Milan se dejó llevar mientras el Nápoles, herido, fue incapaz de inquietar. El 'Scudetto' está igualmente muy cerca del Nápoles, pero la ilusión de unas semifinales de 'Champions' para los napolitanos están más en entredicho que nunca. Todo por culpa de un Milan que ha despertado en el momento justo.