PSG perdona, falla y no sentencia al Manchester City

Jordi Blanco

A base de regalos, PSG y Manchester City dejaron para la vuelta la definición de una eliminatoria en la que de momento se hablará más de los errores que del fútbol.

"El fútbol es un juego de fallos", dijo un día, ya lejano, Johan Cruyff con una sentencia tan lúcida como evidente. Los fallos de Ibra, Fernando, Aurier... Y el poco tino de un Manchester City en el que Agüero fue poco menos que invisible frente a un Zlatan que perdonó lo imperdonable provocó que el duelo siga sin mostrar un favorito.

Mereció más el PSG, por juego, por ambición, personalidad y dominio. Y acudirá a Manchester con un resultado dificilísimo y que le obligará a repetir la gesta de octavos, cuando fue capaz de eliminar al Chelsea ganando en Stamford Bridge.

De hecho, 'El pulso de los Jeques' dejó al descubierto que mientras al campeón francés le ha dado Laurent Blanc una personalidad definida, Manuel Pellegrini vive sus últimos meses sin atender a un plan concreto y sostenido por los detalles de sus cracks.

El Manchester City es una colección de estrellas que siguen sin formar un grupo compacto, donde delante se fía al Kun, por detrás a la calidad de Silva, De Bruyne o Touré y más atrás a esperar el papel que le toque a Hart, que mezcla actuaciones geniales con errores de principiante.

El PSG se cuadra a la orden de Ibrahimovic... Pero esperando a la mejor versión de Di María, se sostiene en un grupo de futbolistas que se adivinan entregados a la causa. Desde Matuidi y hasta el joven Rabiot, los veteranos Maxwell o Motta y el impredecible Cavani. Y sin Verratti en el plano.

Echó más en falta el City a Yaya Touré que el PSG a Verratti, pero acabó lamentando más los fallos Blanc que Pellegrini.

Ibrahimovic falló un penalti (se lo rechazó Hart) y disparó arriba un cara a cara, solo, frente al meta inglés que se teme pueda pesar en la decisión final de la eliminatoria. Y Aurier rechazó como un niño un centro que Thiago Silva no supo despejar para regalar a Fernandinho ese 2-2 final.

Antes pasaron muchas cosas. Fernando, calamitoso tras un pase vergonzante de Hart, le regaló un gol de feria a Zlatan que sirvió para igualar el 0-1 anotado por De Bruyne y si al descanso se llegó con ese 1-1, en la continuación puso otra marcha el PSG para proclamar su papel de candidato.

Candidato a la desgracia después de que su dominio desembocase en un error infantil en el centro de su área para regalar el empate a Fernandinho.

A fútbol, PSG demostró ser un equipo compacto, con personalidad y conocedor del plan que quiere darle Laurent Blanc. Pero el fútbol, que es un juego de fallos, le permitió al Manchester City sobrevivir con un resultado excelente a lo visto en el campo.

La próxima semana, en el City of Manchester, la decisión.