Atlético y Correa aún creen en la Liga

MADRID (Paola Núñez) -- Atlético de Madrid ha pagado cara su vuelta a la lucha por la Liga. El cuadro rojiblanco cosechó una valiosa victoria por 1-0 sobre el Valencia gracias a un golazo de Ángel Correa, pero perdió a dos centrales en el proceso.

La defensa, señalada en las últimas semanas tras la eliminación en Copa y un tropezón ante Girona que parecía acabar con los sueños ligueros del equipo rojiblanco, ha vuelto a jugar a la altura de su fama de impenetrable.

Ángel Correa consiguió el gol del triunfo para el Atlético.
Ángel Correa consiguió el gol del triunfo para el Atlético.
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También hizo honor a ese cartel de equipo que solo sabe salir airoso cuanto mayor es la adversidad.

Stefan Savic fue el primero en caer. El central tuvo que ser sustituido por José María Giménez a la media hora por problemas musculares después de un duro choque. A poco de empezado el segundo tiempo, Diego Godín se llevó un codazo en la boca de Neto que le tumbó un diente y lo obligó a salir del terreno de juego conmocionado - una acción, que ante la incredulidad de los pocos aficionados que se acercaron al Wanda Metropolitano, no fue castigada con un tiro penal.

Para cuando terminó el encuentro, la última línea no tenía el menor parecido a la que inició el partido. Sin Filipe, que sigue lesionado, Vrsaljiko tuvo que cambiar de banda para dar entrada a Juanfran y Lucas Hernández, que había empezado en la izquierda, tomó el relevo en la central.

Lo que no cambió fue la solidez con la que jugó la parcela defensiva, que devolvió al Atlético a su 'normalidad' y ligó su segundo partido sin recibir goles.

Poco ocurrió en los primeros 45 minutos; un disparo lejano de Saúl que Neto desvió a tiro de esquina y otro más demasiado elevado. Del Valencia se tuvo pocas noticias en la portería de Jan Oblak. No por falta de ganas, sino porque el Atlético, de tan cerrado y tan peleón en la media, les permitió apenas un débil intento de Zaza.

El Atlético apretó en la segunda parte, pero tampoco el Valencia parecía ceder terreno ante los intentos de Diego Costa y Antoine Griezmann por abrirse paso. Hasta que al filo de la hora de juego, Ángel Correa vio un hueco y tras recibir un pase de Koke fuera del área, clavó el balón por la escuadra con un derechazo.

Valencia no supo cómo responder, más allá de cerrar filas y esperar una oportunidad al contragolpe. Pero oportunidades pocas, e ideas menos. Poco a poco el Valencia fue cayendo ante su propia angustia. Los rojiblancos, viendo que no corrían mayor riesgo, se contentaron con no soltar el dominio. La grada, que aún no aprende a conformarse con el 1-0, y menos a 2ºC con aguanieve, reclamó, sobre todo ante los fallos de Griezmann. El francés, que no entiende ataques de los propios, los mandó callar. A los suyos. El idilio definitivamente se ha acabado. Pero al menos Atlético, como Griezmann, dormirá un poquito más cerca del Barcelona, que es lo que importa.