El Real Madrid se sumerge en la crisis

Getty Images

Paola Nuñez I Corresponsal

MADRID -- Real Madrid no levanta. El cuadro merengue cayó por 0-1 ante el Villarreal y se complica su presencia en zona Champions - la Liga no; esa se acabó para los blancos en el momento en que perdió el clásico en el primero de tres partidos consecutivos en casa sin ganar.

Real Madrid fue un querer y no poder continuo. Periodos largos de tener el balón pero no saber bien a bien qué hacer con él hasta perderlo de la manera más infantil entre malos controles y entregas absurdas, para inmediatamente después correr sin dirección, como si esperaran a que el partido se les acomodara solo.

A pesar de dar esa apariencia de vagar sin rumbo fijo de un desorden a otro, Real Madrid se las ingenió para generar un sinfín de llegadas - todas inocuas como se les ha hecho costumbre, pero oportunidades al fin y al cabo, que según Zidane es lo que importa. No los goles que se resisten a entrar y que le están costando la temporada.

Cristiano Ronaldo, en su peor versión desde 2009, fue la viva imagen de la crisis merengue. Reclamaba airadamente que se le cediera el balón y no hacía más que volarlo. Remates demasiado abiertos o demasiado altos. Y un rival poco exigente para Sergio Asenjo en el mano a mano. La mayor parte del tiempo el portugués trotaba, más que correr a propósito de un golpe en el gemelo en los primeros minutos.

Getty Images

A Cristiano le cuesta cada vez más ganar en una galopada por la banda; hoy ha dado tiempo hasta a los centrales de salir a frenarlo.

Optó por quedarse cerca del área de Asenjo la mayor parte del tiempo, esperando el sprint corto y cómodo o un balón a modo. Pero no acertó a batir al español ni con un disparo a bocajarro.

El '7' se fue al descanso refunfuñando después de reclamar en vano un pena y acabó enrabietado pues el partido llegó a un punto en que ya ni siquiera lograba prender bien el balón.

Y para mayor angustia merengue, la falta de puntería se hizo extensiva a Gareth Bale, en quien (en realidad) estaban depositadas las esperanzas locales. El galés fue incisivo - incluso vio un gol anulado por fuera de lugar - pero no llegó a inquietar gran cosa en la puerta rival. El más peligroso resultó ser Marcelo, con un disparo desde fuera del área, pero el arquero del Submarino Amarillo voló para taparlo.

Villarreal, que sí sabe a lo que juega, solo tenía que aguantar. Entre un fallo y otro de Cristiano Ronaldo, intentaba sorprender a Keylor Navas. No necesitaba tener el balón todo el tiempo; con un robo, dos toques en corto y una galopada tenían para hacer que el Bernabéu contuviera la respiración.

Nacho lo evitó con tres cortes limpios a las carreras de Carlos Bacca durante más de una hora, pero al central español, como al resto de la desorientada y desorganizada zaga, "se le acabó la gasolina" y ya no pudo evitar que a cinco del final Fornals terminara de hundir a los blancos. El atacante del Villarreal, con Marcelo y Asensio corriendo detrás, encaró solo a Keylor Navas. El tico achicó y logró tapar el primer disparo. Pero, como de costumbre, apenas dio para manotear el balón. Ya estaba tendido cuando llegó el contrarremate.

Y el tanto que no solo certificó el fracaso liguero del Real Madrid y provocó el repudio de la afición a base de rechiflas. Lo dejó mirando a la Europa League.