Mestalla casi hace tropezar al Barça

(Jordi Blanco | ESPN Digital) La electricidad de Mestalla frenó al líder, que mantuvo su racha de invicto en la Liga pero no pudo darle un golpe de efecto al campeonato, frenado en la primera mitad por un error monumental del árbitro al no conceder un gol clarísimo de Lionel Messi y por la rebelión del Valencia en la segunda, en la que se sacó de encima el temor y le plantó cara hasta la extenuación, para firmar unas tablas, 1-1, que a nadie le supo bien. Ni tampoco mal.

Real y Atlético de Madrid debieron aplaudir el resultado de Mestalla tal como lamentar el Barça la mala vista del asistente arbitral, cuando al bueno de Neto, arquero Che se le escurrió de forma inverosímil el balón en un disparo de Messi, botó dentro de su portería y lo sacó con tanto desespero como poca evidencia, considerando que se daría gol... Y que no se dio.

La rabia por la jugada multiplicó la ambición de un Barcelona excesivamente horizontal hasta entonces y que puso en el escenario la mayor muestra de Paulinho, más vertical y socio para Messi, para convertir el resto de la primera mitad en una exhibición del líder, que mereció sobradamente llegar al descanso con ventaja en el marcador, tal como en el juego...

CAMBIO Y PELEA

Al Valencia le pesó tanto en el ánimo el atropello del primer tiempo que en el vestuario Marcelino, sancionado y que vio el choque desde un palco, inculcó a sus jugadores una nueva imagen. Un paso al frente les debió exigir el entrenador, una mayor presión a la salida de balón, un mayor atropello a Paulinho... Y la cosa cambió. Y de forma muy evidente.

El Barça, extrañamente, se dejó el mando en el vestuario y el Valencia creció en su ánimo. Tanto que con un Guedes excepcional por banda acabó llevándose el premio con la jugada acompañada de Gayá y el remate a bocajarro de Rodrigo.

Se encendió Mestalla, se rebeló contra la mala fortuna el Barça y acabó igualando Jordi Alba, en una excelente volea a pase magnífico de Messi, para convertir la recta final en un duelo sin cuartel, en el que tanto pudo ganar el Valencia como el Barça.

La pelea le dio vida al Valencia, el árbitro le quitó ventaja al Barça y ambos acabaron la noche manteniendo su condición de invictos en la Liga... Dejándose dos puntos que, seguro, agradecieron en Madrid.