Getafe se hizo fuerte en casa y goleó sin objeciones al Valencia

El Getafe golpeó fuerte para postularse como un candidato definitivo a terminar la Liga entre los cuatro primeros después de vencer 3-0 al Valencia, incapaz de hacer frente a un equipo sólido dirigido por el incombustible Jorge Molina, autor de dos de los tantos de su equipo.

El equipo de José Bordalás parece no tener límites. Es una realidad. Nadie puede dudar de por qué es tercero en la clasificación. Está intratable y el Valencia, otro candidato a jugar la Champions, fue literalmente arrollado por el cuadro azulón.

El duelo era muy esperado en el Coliseum. Desde la temporada pasada nació una rivalidad inédita gracias a la aparición repentina en la élite del Getafe, que, de repente, y desde hace ya dos temporadas, se codea con los grandes y pelea por un puesto en Champions.

El año pasado se lo arrebató el Valencia en la última jornada. En los cuartos de final de la Copa del Rey, también eliminó al Getafe en dos duelos calientes que terminaron con tensión tras el choque de vuelta. Y, este año en Liga, el 3-3 final en Mestalla culminó con una posible mano de Marc Cucurella que no pitó ni el árbitro Munuera Montero ni el VAR.

Con esos antecedentes, se esperaba un sexto duelo entre ambos equipos con cuentas pendientes separados por sólo dos puntos en la clasificación. Antes del pitido inicial, el Getafe era tercero y el Valencia quinto. No se podía pedir más igualdad para un duelo con un moderno aroma europeo.

Para llevarse los tres puntos, el técnico José Bordalás apostó por diez de los once gladiadores que asaltaron San Mamés la pasada jornada. Sólo la presencia de Jorge Molina en el lugar del brasileño Deyverson arrojaba aire nuevo en su alineación.

Esa decisión pudo ser clave, porque el veterano delantero, casi siempre infalible, desperdició varias ocasiones clarísimas en la primera parte. Después, arreglaría sus errores en la segunda.

El Valencia, perdido por el césped del Coliseum con la resaca de la eliminación copera ante el Granada, recibió un baño de dimensiones colosales en el acto inicial. Perdido por el terreno de juego, sus jugadores, con Rodrigo Moreno recuperado de unas molestias físicas, fueron superados constantemente por el conjunto azulón.

Los hombres de Bordalás sacaron el rodillo y con una presión consistente y con mucha más voluntad cimentada en la efectividad incansable del uruguayo Mauro Arambarri y del serbio Nemanja Maksimovic en el mediocampo, lograron acorralar a un equipo que pedía clemencia.

Sin embargo, fallaron en el arte del gol, el más importante. Jorge Molina, tuvo hasta tres ocasiones muy claras. La primera, con un remate desde fuera del área que salvó Jaume Domenech, sin duda el mejor del cuadro valencianista; y la segunda y la tercera, con dos remates clarísimos de cabeza que envió fuera del arco ché cuando tenía todo a favor para inaugurar el marcador.

A esas de oportunidades se unieron Maksimovic y Cucurella con un doble remate que también acertó a despejar Domenech, desesperado en el arco ante la inactividad de sus compañeros, que no remataron ni una vez a la valla de David Soria.

El descanso llegó con mucho oxígeno para el equipo de Celades, necesitado de un tiempo para reflexionar sobre su horrible primera parte. No sirvió. Tras la reanudación, el Getafe continuó con el asedio, y, después de una ocasión clarísima que falló Jaime Mata, se hizo justicia en el Coliseum.

Fue Jorge Molina quien se encargó de terminar con la resistencia del Valencia y, ya de paso, de enmendar sus errores de la primera parte para erigirse como el héroe del duelo. Por fin, a los 58 minutos, apareció para rematar a la red una pelota suelta dentro del área. La resistencia del Valencia se diluyó y su desesperación aumentó poco después.

El capitán del Getafe se inventó una jugada increíble dentro del área, con quiebros sobre Diakhaby y Gabriel Paulista que sólo pudieron ser testigos directos del golazo de Jorge Molina. En un par de baldosas, mostró a Bordalás que tiene cuerda para rato.

Entre medias, no faltó la bronca ya clásica entre ambos equipos por una entrada de Robert Kenedy sobre Gaya dentro del área. Cucurella recriminó al lateral valencianista que se había tirado y se montó una breve pelea. Después, ya con el 2-0, el italiano Alessandro Florenzi fue expulsado por una fea entrada sobre el mismo Cucurella.

Fue la imagen de la desesperación del Valencia, humillado con el tercero de Jaime Mata al borde del final. El equipo de Celades no generó nada. Más bien, no se lo permitió el Getafe, un equipoque juega muy bien y gana. Y sueñan con la Champions.