Boca jugó mal y perdió 2 a 1 en La Bombonera ante Talleres

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Cuando un equipo juega mal, por lo general pierde. Y eso le pasó a Boca. El xeneize perdió el invicto y la chance de ubicarse segundo a tres puntos del líder Vélez en la Zona 2 de la Copa Liga Profesional, al caer por 2 a 1 en La Bombonera ante Talleres.

El conjunto de La Ribera sigue con 9 puntos, y está hoy afuera de los cuatro primeros que pasarán a la siguiente fase del certamen.

Es cierto que quedan todavía muchas fechas para el final de la Copa Liga Profesional, pero lo preocupante sin dudas es el flojo rendimiento del equipo.

El xeneize había arrancando mal el torneo, pero venía dando muestras de mejorías, tras el 7 a 1 ante Vélez y el empate 1 a 1 contra River.

Sin embargo, ante Talleres el equipo retrocedió y volvió a dejar muchas dudas. Demasiadas. La T jugó mejor, lo superó en casi todo el encuentro y sobre el final se llevó un justo premio de La Bombonera, donde ya lo había vencido a finales del 2020 por la Copa Maradona. Llamativamente, en su casa, Boca no gana desde el 27 de diciembre pasado.

Los de Alexander Medina salieron a jugar de igual a igual. Presionando, con un equipo corto y sin dejarles espacios a los volantes y sobre todo a la velocidad de Sebastián Villa, los cordobeses neutralizaron muy bien a los de Russo.

A los 12 minutos, Andrada salió mal y le regaló la pelota a Federico Navarro. El volante habilitó a Valoyes, una de las figuras del partido, quien mandó un centro que Retegui conectó, pero desvió Andrada. El balón dio en el palo y el rebote quedó para que Auzqui marcara el 1 a 0.

Boca buscaba reaccionar, pero no podía. El mediocampo xeneize nunca pudo hacerse dueño del balón, porque la T se defendía bien y cerraba todos los espacios. El local dependía de algunos pelotazos para la velocidad de Villa, o alguna buena jugada de Tevez, dos de los más activos en el conjunto de Russo.

Pero en general terminaban adelantados, por la buena tarea y la presión de la defensa visitante.

En el complemento salieron Almendra, quien volvió a jugar tras un largo parate, y Campuzano, e ingresaron Soldano y Buffarini. Intentó el DT poner una referencia de área con Soldano (Wanchope Abila, ya recuperado, sigue sin jugar) y sumar a Capaldo al mediocampo para recuperar el balón.

Pero poco cambió. Boca no encontraba el rumbo y daba la sensación que Talleres estaba más cerca de contra. Lo tuvo el uruguayo Michael Santos dos veces, a los 28 y 29 minutos: en la primera Fabra le sacó la pelota cuando estaba por definir, y en la segunda remató muy cerca del segundo palo de Andrada.

En Boca ya estaban Rojo (ingresó por Izquierdoz) y Zárate (quien lo hizo por Maroni). Y fue a través de la suerte y de un centro del ex Vélez como Boca llegó al inesperado empate, tras un cabezazo en contra del uruguayo Santos.

Iban 37 minutos, pero daba la sensación que el encuentro no estaba terminado. Boca, desordenado y sin ideas, seguía buscando y quedaba desarmado en el fondo. Andrada tapó dos veces el gol de la T, hasta que a los 48 minutos Valoyes aprovechó el desconcierto del fondo xeneize y puso el 2 a 1 final.

El partido, más que el resultado, desnudó las falencias de un Boca sin rumbo. Que no sabe a qué juega. Que no tiene identidad, y que depende de los nombres y no de una idea o del funcionamiento colectivo.

Los nervios de un equipo sin rumbo se vieron en la primera mitad, cuando Izquierdoz le recriminó a los gritos a Fabra por una acción de juego (el colombiano la pasó mal con Valoyes) y el lateral le retrucó con un manotazo en el rostro.

Hoy Boca está afuera del Top 4 que clasifica a los equipos a los cuartos de final, pero eso es lo que menos preocupa. El rendimiento del equipo y la falta de respuestas del entrenador serán temas a resolver, pensando en defender el bicampeonato y sobre todo, en encarar de la mejor manera la Copa Libertadores que se viene.