El éxtasis de una alegría tan postergada

Finalmente, San Lorenzo parió su primer título internacional. Sufriendo hasta el final, los hinchas fueron el motor que no dejó caer a los jugadores en la adversidad. Una fiesta de color y desborde de pasíón

Por NATALIA TCHUKRAN

QUISIERA QUE ESTO DURE PARA SIEMPRE:
Los jugadores se abrazan disfrutando de un título postergado
(Fotobaires)
BUENOS AIRES -- Podrán acorralar el dinero, podrán torcer la confianza, podrán quebrar la tolerancia pero jamás podrán matar a los sueños y a la pasión.

En tiempos en que la Argentina se desgarra de dolor y en la que pretenden también pesificar la sonrisa de la gente, el fútbol emerge como la bocanada de aire puro que nos recuerda cuán valiosa y gratificante es la fuerza interior que nos permite apasionarnos y desbordar de alegría.

Por eso se vuelve placentero ver la fiesta del pueblo de Boedo, persiguiendo un sueño de siempre: ser campeón de un torneo internacional. La quietud de la noche contrastaba con la vibración de las tribunas y la tormenta venidera se transformaba en precipitaciones de festejos.

Y en el precalentamiento de la hinchada, que afinaba la garganta para recibir al Ciclón, emergían los clásicos personajes. El vitalicio que se paraba en la platea y cantaba al son de la hinchada tribunera entonando palabras como "damajuana" y "marihuana" que poco tenían que ver con su apariencia de abuelo protector.

También estaba Jorge Mario, un fanático memorioso que recordaba una de las veces en que San Lorenzo estuvo cerca de su título internacional: "En el 88´, por la Libertadores, nos faltó suerte. Perdimos los dos partidos con Newell´s pero ellos no fueron superiores en ninguno de los dos. Incluso, en la cancha de Vélez, los tuvimos en un arco".

Cuando la atención se distraía entre choripanes, gaseosas y cigarrillos, apareció el Flamengo. Y la salida de los brasileños fue como si hubiese salido a precalentar la clase política y económica argentina: silbidos y abucheos ensordecedores, la manifestación de la bronca contenida traducida al grito de "Argentina, Argentina".

Y llegó la hora. Salió primero el Flamengo, con una bandera Argentina -un gesto para aplaudir- y después apareció San Lorenzo. Entonces el Gasómetro explotó con gritos de gargantas desafinadas y fuegos artificiales que hicieron imponente el recibimiento.

Sin embargo, habían pasado sólo 10´ cuando la alegría empezó a nublarse: gol del Flamengo. Pero los hinchas fueron fuertes ante la primera adversidad y comenzaron a levantar su equipo. La pretemporada evidenciaba la falta de fútbol y los personajes pintorescos se transformaban en grandes DT. "Te dije que Franco no tenía que jugar. La tiene que tocar más rápido", le indicaba un joven a su padre.

Cuando moría el primer tiempo los jugadores de San Lorenzo salían cabizbajos pero su gente los reconfortaba con un aplauso. Sin embargo, después apareció el silencio, la incertidumbre y el fantasma de que la copa internacional se escapara otra vez.

Empezaba el segundo tiempo con ilusiones renovadas mientras que don Julio se encargaba de reforzar la fe comprando de imprevisto rosarios azulgrana para toda su familia. Y a los 22' surtió efecto. Llegó el gol del Ciclón, el desahogo, el renacer de la ilusión y entonces empezó el carnaval, temprano para el calendario pero necesario para volver a soñar. Los minutos pasaban, la ansiedad crecía y los penales se acercaban: la instancia de definición que había deseado el Flamengo.

Si había alguien que se perfilaba para ser protagonista era el arquero azulgrana Sebastián Saja. Y así fue: atajando dos penales y convirtiendo el propio dejó el camino abierto para el gran festejo. Entonces Diego Capria pateó una pelota de viejas frustraciones y convirtió el gol de la consagración internacional tan esperada.

Todo fue una fiesta, una locura que desbordó a la gente y que rápidamente provocó la invasión de hinchas y de sentimientos. "Si si señores, yo soy de Boedo….porque este año desde Boedo salió el nuevo campeón", fue el hit preferido para festejar eternamente.

A la hora señalada San Lorenzo era campeón y muchos empezaron a recordar la fecha: 24 de enero, sería para marcarlo en el almanaque y grabarlo en el corazón.

 ENVÍALO

ESPNdeportes.com: INFORMACIÓN PUBLICITARIA | EMPLEOS
Copyright ©2001 ESPN Internet Ventures. Todos los derechos reservados. Este material no puede ser publicado, transmitido, re-escrito, o re-distribuido en ninguna forma. Por favor presione aquí para las restricciones y términos legales aplicables a este sitio. El uso de este sitio implica la aceptación de dichas normas.

Copa Mercosur
Copa Mercosur
San Lorenzo quebró la hegemonía brasileña
Copa Mercosur
San Lorenzo es el campeón de la Copa Mercosur
San Lorenzo
Pudo ser el último partido como DT de Pellegrini
viernes, 25 de enero
Portada