"Nunca nombré a Vélez cuando me quejé por el horario. Lo que dije fue que me parecía irregular que Boca tuviera que jugar el próximo sábado a las 15, apenas 64 horas después de haberlo hecho en Chile, cuando estaba previsto que nosotros y River siempre juguemos al final de cada jornada, pero jamás me referí a Vélez", sentenció Bianchi.

Estas declaraciones, sumadas a una versión en la que hacía referencia a supuestos "manejos de la gente de Vélez para sacar ventaja" en ese sentido, provocaron la inmediata reacción del titular del club de Liniers, Raúl Gámez, y hasta del propio presidente de AFA, Julio Grondona.

Gámez también disparó munición gruesa al manifestar que Bianchi era "un ingrato, un mariquita y un egoísta" que no valoraba "todo lo que le dio Vélez cuando no era nadie", desmintiendo cualquier movimiento extraño de Vélez respecto de "adelantarle" el cotejo a Boca, en otra arista de la polémica que encierra a conspicuas personalidades del fútbol vernáculo.

Grondona también le apuntó al DT boquense al expresar que Bianchi estaba "necesitando un pañuelo", en lo que claramente se interpretó que se la pasa llorando ante estas situaciones y provocó una enérgica reacción del presidente boquense, Mauricio Macri, generándose una encendida controversia entre ambos.