Dos aciertos de Ernesto Farías le dieron al equipo de Oscar Malbernat la ansiada victoria después de seis partidos, desde la decimoquinta fecha del torneo Apertura (2-1 como visitante de Rosario Central. Banfield se había mostrado siempre más ordenado, con buen manejo de la pelota, supo desplazarse con inteligencia por los laterales y llegó con relativa facilidad hasta cerca de González.

Ahí sí desnudó el equipo de Luis Garisto impericias para definir, sobre todo a cargo de Colautti, además de encontrarse también con algunas buenas intervenciones del arquero. Estudiantes se perdió en la confusión, apareció quebrado en el medio, donde no alcanzaban las marcas de Zapata ni de Gelabert para neutralizar al adversario y abusó de cambios posicionales que lo único que generaron fue más mareo entre los jugadores. En el segundo tiempo cedió en algo la presión de Banfield y así fue que Estudiantes, con muchas limitaciones, mejoró al menos la marca en la zona central, porque se retrasó Pompei para formar una línea de cuatro volantes que le permitió tener algo más la pelota y controlar al rival.

De todas maneras, en el peor momento del partido y cuando la hinchada de Estudiantes comenzaba a reprochar a su equipo, apareció el primer gol de Farías, a los 16 minutos: centro de Pompei, Noce dudó, salió tarde y eso le permitió al delantero, de cabeza, abrir el marcador. Se tranquilizó la gente, se serenó también el equipo y además, le transmitió el nerviosismo a Banfield.

La visita ensayó cambios para sumar delanteros, en la búsqueda de un fútbol más agresivo, y el empate pudo haber llegado, porque dos veces Zapata salvó sobre la línea (por un cabezazo de Sanguinetti y un remate de Santa Cruz). A los 36 minutos se fue expulsado Santa Cruz, que cortó un avance local tirándole del pelo a Farías, y entonces quedó prácticamente resuelto el partido.

A dos minutos del final llegó el segundo, en una muy buena jugada entre Pompei, Carrusca y Farías, que la tocaron no menos de dos veces cada uno, hasta que el goleador de la tarde quedó sólo de cara a Noce y definió con remate a media altura, al palo izquierdo. En definitiva, el desarrollo le dio la razón a una frase que siempre utiliza el propio Garisto: "los goles se hacen, no se merecen". Estudiantes no le ganaba a Banfield como local desde 1987 y además, llevaban cuatro empates consecutivos en cero, en canchas de los dos.

SINTESIS DEL PARTIDO