Según Gorosito, "hay dos formas de jugar: se juega bien o se juega mal. Acá se cree que si querés jugar fútbol ofensivo tenés que tener un tatuaje del Che Guevara en el brazo, hacer asados, leer a Marx y no trabajar. Y no entienden que para jugar bien hay que trabajar mucho más. En relevos, en coberturas, en variantes, en tener mucho volumen de juego. Cuando formás un equipo ofensivo, el trabajo es mayor que cuando contraatacás".

Interrogado sobre si es posible evitar el descenso jugando bien, definió el entrenador que "claro que se puede mantener la categoría jugando bien; no tengas dudas. Y la satisfacción será doble, porque estoy convencido de que jugando de esta forma ni siquiera iremos a la Promoción".

"Yo entiendo que lo primero que quiere el hincha es zafar, pero nosotros preferimos hacerlo a partir de una idea de juego y de trabajo clara, definida, y no colgándonos del travesaño", manifestó.

Aclaró Gorosito, en nota publicada hoy aquí por el matutino Clarín, que "no quiero ser soberbio ni pedante ni decir que tengo la verdad absoluta. Porque está claro que muchos técnicos salieron campeones con distintos sistemas, o que otros se salvaron del descenso con una concepción muy diferente a la mía".

"Nosotros, simplemente, siempre proponemos jugar, al margen de que a veces nos sale bien y a veces, mal -añadió-. Es muy difícil que el que vaya a ver a Chicago salga defraudado".

Al señalársele que, al comienzo, la gente de Chicago lo veía con cierta desconfianza, consideró el ex mediocampista de River Plate y San Lorenzo de Almagro, el más joven entre sus colegas de Primera División y quien hace su debut en el club de Mataderos, que "era por mi falta de experiencia como técnico, supongo. Pero ahora es diferente".

"El otro día, cuando le ganamos a Huracán, me emocioné cuando corearon mi nombre -reveló-. El hincha valora mucho el hecho de que nadie quería dirigir a Chicago en aquel momento y nosotros lo hicimos".

Agregó Gorosito que "el hincha ve también que vivimos en el club, que tratamos de estar en todos los detalles, que el equipo respeta una identidad de juego, que la Reserva tiene las mismas intenciones que la Primera. El hecho de que falten tres meses para que termine el contrato y el club ya nos haya ofrecido renovarlo, es un halago enorme".

"A nosotros nos decían que no teníamos experiencia... Yo digo algo diferente: busquen capacidad, no experiencia. Por eso el país está como está en todos sus ámbitos: porque están los mismos de siempre, los que tienen experiencia de sobra... Así nos va", afirmó.

Comentó el director técnico que "en el fútbol muchos hablan de teoría y parecen sabios, pero las cosas hay que demostrarlas en la cancha. En el pizarrón es fácil meter flechas para acá o para allá, pero la cuestión es trasladar eso al césped... Entonces, me causa gracia lo de la inexperiencia".

"Uno no se prepara para ser técnico haciendo los dos años del curso y listo -apuntó-. Yo me preparé desde los 5 años, cuando entré al baby fútbol de River. Y llegué a Primera División, y jugué no sé cuántos años en el alto nivel, y pasé por clubes grandes, y estuve en la Selección".