Cuando el local era absoluta desesperación, el juvenil Leonel Ríos recibió un rebote, disparó, la pelota se desvió en Ezequiel Carboni y Marcelo Pontiroli quedó descolocado y vencido.

Ni bien empezó el segundo tiempo había sido Silvio González quien dejó en llamas la realidad de Independiente al cabecear la pelota arriba y a la izquierda de Darío Sala, tras un pase profundo y perfecto de Rodrigo Mannara y una falta de orden y de reacción alarmante en la defensa local.

El equipo de Néstor Clausen estuvo a punto de volver a perder y jugó tan mal en todas las líneas que sólo por su fuerza de voluntad se puede aceptar el empate agónico.

Es tan deficiente la campaña de Independiente que estuvo a una carambola de distancia de lo que hubiera sido la quinta derrota consecutiva.

Independiente anda tan caído que le lleva una ventaja muy estrecha al último en la tabla del torneo Clausura, Berlgrano de Córdoba.

A Lanús el punto que se llevó le sirve relativamente porque su promedio no está para desatenderlo y apenas anda por la mitad de la tabla en esta competencia doméstica.

A los anfitriones el gasto del primer tiempo les resultó improductivo porque de mitad de cancha hacia adelante volvió a faltar creación, madurez, serenidad y penetración.

Un cabezazo de Pablo Guiñazú apenas sobre el travesaño y un derechazo de Federico Insúa que pasó cerca de un ángulo fueron las dos llegadas más importantes de los de Avellaneda en ese episodio inicial.

Lanús dejó una mejor imagen porque fue sólido en la retaguardia, dispuso de ideas más claras y genero varios sustos cuando contraatacó.

En la mejor chance para los dirigidos por Carlos Aimar en esa etapa, Diego Bustos quedó solo frente a Darío Sala, pero el arquero tapó con la pierna izquierda. La oportunidad fue consecuencia de un desborde de Silvio González por el sector derecho.

La segunda parte comenzó con ese impacto tremendo que aplicó Silvio González, tan decidido para entrar y definir como desprevenidos los integrantes de la retaguardia roja.

Desde entonces Independiente recurrió al corazón, pero careció de las otras virtudes que hacen falta para conseguir mejores resultados.

Lanús llegó con un plan y lo ejecutó con suficiente eficacia, e inclusive dispuso de algunas oportunidades como para aumentar la diferencia y tornar la herida inmensa.

Independiente fue al frente con desesperación y Lanús lo esperó con seguridad, respaldado por la tarea de los marcadores centrales Walter Ribonetto y Carlos Galván.

Pareció que Lanús se llevaba la victoria a pesar de que Insúa y Matías Vuoso comandaron el ataque pasional de Independiente, pero Ríos recogió el rebote para ponerle un parche a la crisis.

SÍNTESIS DEL PARTIDO

INDEPENDIENTE (1): Darío Sala; Juan Tissera, Matías Villavicencio, Mariano Pernía; Leonardo Pekarnik, León Bustos, Hernán Franco, Leonel Ríos; Federico Insúa, Pablo Guiñazú; Matías Vuoso. Director técnico: Néstor Clausen.
LANÚS (1): Marcelo Pontiroli; Mauricio Romero, Walter Ribonetto, Carlos Galván, Hernán Pagés; Rodrigo Mannara, Ezequiel Carboni, Cristian Daniele, Diego Bustos; Ariel López y Silvio González. Director técnico: Carlos Aimar.