"Es un día difícil para nosotros, pero sólo voy a hablar del partido con Huracán", comenzó expresando el "Maestro", tras la fundamental victoria 2-0 en Parque Patricios que le permitió a Boca mantenerse a cinco puntos del puntero River Plate y con ello seguir listo para continuar dando lucha por el título.

Pero la ansiedad de la prensa -por otro lado entendible- hizo que toda inquietud pasara por la delicada situación de la familia Riquelme y de cómo vivía Juan Román esta tan delicada situación.

Por toda respuesta, Tabárez reiteró que apenas salió a hablar con el periodismo "para contestar dos o tres preguntas sólo del partido ante Huracán".

Sin embargo, y ante otro intento, dijo que esperaba que "todo este drama se solucione lo más pronto posible" y que se pudiera tener rápidamente al hermano de Riquelme liberado y sano.

"No me parecía una buena solución que no se jugara el partido", respondió ante una consulta sobre la planteada alternativa de postergar el encuentro.

Volvió a pedir que no se le tocara más el tema Riquelme, pero un periodista no hizo otra cosa que abordárselo seguidamente, por lo que Tabárez decidió dar por concluido el breve contacto con la prensa con la conocida frase de "a buen entendedor, pocas palabras".