Lo que está claro es que España va por buen camino, que apuesta por el toque y la pelota bien jugada y le da resultados, más allá de las debilidades de los rivales. Y lo importante es que confía en lo que hace. Contra Armenia tardó una hora en meter el primer gol, pero jamás se desesperó ni cambió el toque por el pelotazo para llegar más rápido al arco adversario. Y eso, en tiempos de angustias y de prisas, vale mucho.

Otro mérito estuvo en el saber rectificar de Iñaki Sáez. El técnico le había hecho caso al clamor popular que pedía que se juntara a Raúl con Tristán y Valerón. Sin embargo, para que estuvieran los tres, resignó la banda izquierda. Así, España, por momentos, fue un equipo inclinado hacia la derecha. Por una razón sencilla: de ese lado había un tipo que encaraba (Exteberría hasta que se lesionó y luego Joaquín) y del otro, no. Sobraba toque y se construían bonitas paredes, sobre todo cuando conectaban Valerón y Raúl. Pero faltaba desborde y pegada.

Lo notó también Iñaki Sáez y metió a Vicente por Xavi. "Era evidente que no estábamos entrando por las alas", reconoció luego el DT. Y estuvo bien, porque con Albelda en el medio, no era necesario otro volante. Armenia había impresionado por el buen trato de pelota y por no refugiarse atrás descaradamente. Nada que ver con la actitud de un equipo inferior que pretende no llevarse una goleada.

Eso sí, cuando España apuró, tuvo que resignarse a conformarse con lo bueno que había hecho hasta ese momento. Dos wines abiertos, Valerón como enganche y Raúl y Tristán de delanteros fueron demasiado. Tristán colocó con clase en un rincón el primer centro de Vicente y de ahí en más se vio a la mejor España. Jugó con la relajación lógica del resultado a favor y aprovechando el desgaste físico que había sufrido Armenia.

El diario As fue el que optó por el vaso medio lleno y tituló su portada con "Lanzados". Y justificó en su crónica el por qué del optimismo. "Seamos fieles al fútbol que nos gusta y defendámoslo. Démosle crédito a este equipo porque se lo ha ganado. Sabe que antes o después, tocando y tocando, llegará su momento. Sáez junta gente que sabe jugar y esa decisión acaba dando buenos dividendos".

El Marca, en cambio, prefirió decir que "España golea, pero no convence". E insistió con que el choque sirvió para poco. "España brindó un partido de los que no hacen afición. Jugando así nadie puede reprochar que estemos deseando que vuelva cuantos antes la Liga, porque la selección no invita a vibrar con su fútbol". Se nota que la selección vende poco en España, aunque en León, donde se jugó el partido no se haya notado porque estaban ansiosos de fútbol de nivel. Y se nota que no vende porque si no no se la criticaría tanto. No sucede lo mismo con el Real Madrid, al que siempre se le encuentra algo bueno para no desaprovechar lectores. Con la selección, al revés: siempre se le encuentra algo malo.

Y si no, la indiferencia, como sucedió con los diarios deportivos catalanes. Tanto el Sport como El Mundo Deportivo obviaron a la selección en la tapa. Los dos consideraron más "vendedor" una frase de Gerard ("quinto" suplente) que indicó que podría haber una "mano negra" al referirse a la posible suspensión del Camp Nou tras los incidentes contra el Real Madrid de hace unos meses.