Un Rivaldo ensimismado, serio, se vio anoche en la tribuna del estadio de Milán, en que su equipo se clasificó para la final de la Copa Italia al ganarle 2-1 al Perugia.

El jugador no quiso hablar con la prensa y los desmentidos de sus dirigentes de haberse negado a jugar en ese encuentro, según han afirmado los diarios italianos, no lograron la calma que busca el club.

Aunque el brasileño se negó a hablar, su rostro, su seriedad, su evidente malestar, desmentían al vicepresidente del Milan, Adriano Galliani, de que no existe un "caso Rivaldo", como también lo juró su ex compañero y compatriota y actual dirigente, Leonardo.

Según fuentes del Milan citadas por la Repubblica, el atacante no se ha acostumbrado a Milán y sus compañeros no lo han podido ayudar porque "se encierra en sí mismo y se aísla, excepto de los brasileños, rechazando otras compañías".

Lo describen como una persona muy dulce, pero al mismo tiempo muy frágil y que cuando surgieron los primeros problemas, se ensimismó aún más.

"Ha tenido dificultad para encontrar espacio en el equipo y cuando jugó, no demostró sus grandes cualidades", señaló esa fuente no identificada del equipo.

En el campeonato, jugó en 18 de las 27 fechas, 1.196 minutos, marcando cinco goles, trece veces como titular y cinco entrando en el campo como suplente.

En Copa Italia ha jugado una vez, 77 minutos, ningún gol: en la Liga de Campeones, 11 presencias, 719 minutos y dos goles.

Rivaldo, agregó esta fuente, ha sufrido desde el inicio en Milán, y no sólo en la cancha, y en ello influyó su ruptura matrimonial, el regreso a Brasil de su esposa y de sus dos hijos, "crisis que no es de ahora, sino se habría producido inmediatamente después del mundial".

"Rivaldo no es feliz, ni desde el punto de vista personal ni técnico", contó Minguella, su ex representante, según el periódico italiano.

Rivaldo estaría planeado su futuro lejos del Milan, sobre lo cual estarían de acuerdo sus dirigentes, que se siente desilusionados de su actuación porque no ha sido el valor agregado que todos pensaban que lo sería.

Por lo demás, en el próximo campeonato tendrá un año más, 32. Su futuro podría estar en Japón o en Inglaterra o bien podría regresar a Brasil.

Uno de los problemas más graves para encontrarle un equipo es su altísimo salario: 5 millones de dólares anuales por concepto de contrato, hasta el 2005. La solución podría encontrarse en una ruptura consensual, poniendo término anticipado a su contrato.

El Corriere della Sera titula en su página deportiva que "Rivaldo medita el divorcio al término del campeonato".

La Gazzetta dello Sport sostiene que el Milan quiere sustituir a Rivaldo con Kaká, que define como el jugador más importante del campeonato brasileño.