Opinó además que los problemas de droga del Pibe de Oro se debieron a que se rodeaba de "personajes increíbles, que no sé cómo hizo para encontrarlos; pero es siempre un hombre íntegro que puede andar con la cabeza en alto".

"Quiero dar un ejemplo: en 1986-87, la Argentina campeón del mundo vino a Europa por un par de partidos amistosos y en el grupo había "ragazzi" (chicos) que el mundial mexicano lo habían visto por televisión, como Troglio, Caniggia, Fabbri y yo. Al momento de repartir el dinero, Diego alzó la voz y dijo: "los niños deben recibir lo mismo, 1.500 dólares por cabeza", recordó.

"Y así fue. Estas son las cosas que marcan la diferencia entre hombres verdaderos y charlatanes. Dos o tres veces al año hablamos por teléfono, la hija de Diego, Dalmita, es una hincha de (Matías) Almeyda y me pide su camiseta de recuerdo", dijo en una entrevista publicada el miércoles por la Gazzetta dello Sport.

Recordó que cuando conoció a Maradona en 1987, en un partido amistoso con Alemania occidental, en el estadio del Vélez, "entró en la cancha antes del partido para un último entrenamiento, me lanzó el balón gritando "cornudo", se lo restituí de la misma manera, un momento de silencio y nos abrazamos".

"Era su modo de presentarse. Sigue siendo generoso como siempre y nos invita a comer asados", manifestó el jugador de 36 años, que milita en el fútbol italiano desde 1989 y actualmente actúa en el Udinese.

Ha jugado 60 veces con la selección de Argentina y participado en tres mundiales: 1990 (dos partidos), 1994 (3) y 1998 (3). Además fue medalla de plata en las Olimpíadas de Atlanta de 1996.

Manifestó que su verdadero maestro fue Carlos Bilardo, el entrenador de la Argentina campeón del mundo del 1986: "me enseñó a estar en la cancha y a cubrir diversos puestos".

Al hacer recuerdos de otros grandes jugadores que han estado en Italia, mencionó al alemán Lothar Mattheus, al que consideró un "centrocampista monstruoso", y a Marco van Basten, al que describió como "el centrodelantero más fuerte de la historia: tenía técnica, fuerza y era veloz, a pesar que era alto".

Sobre Zinedine Zidane y Ronaldo, se limitó a comentar que "son campeones que he enfrentado y que estimo, pero en el ranking de los jugadores de mi tiempo, el primero es Maradona, segundo Van Basten y tercero Evair".

Contó que en los camarines sus compañeros del Udinese le llaman "il nonno" (el abuelo): Tengo 36 años y me cuesta recuperarme, no tengo la fuerza de los 20 años, pero la cabeza es más rica".