Hubieron diferencias en cuanto a otras presentaciones azules: en actitud, deseo, personalidad... y suerte. Es indudable que los jóvenes del equipo -algunos con más experiencia que otros- salieron a comerse el terreno. No se achicaron pese a las circunstancias adversas. Y además de eso una decisión arbitral y cierta dosis de fortuna le llevaron a ganar con claridad 2 goles contra 0.

En un plantel profesional por algo existen los titulares y por algo los suplentes. Los puestos no se repartieron al azar, sino por cuestión de capacidades y experiencia. De repente los que esperaban la oportunidad se convirtieron en el equipo estelar. Y está claro que a algunos les falta tiempo. Otros están listos para la prueba definitiva que les dará o quitará un lugar fijo en la primera división. Pero no hay que confundir los términos y pensar que con esta medida, la máquina volverá a pitar fuerte. A estos jóvenes hay que tenerles paciencia, lo que implica no olvidar en una o dos fechas que el merito de apagar el fuego a la directiva no quiere decir que las figuras del plantel estén olvidadas.

La directiva se vio favorecida por la opinión del aficionado. Se estima como bien tomada la decisión de que no se vista de azul a quien le daría igual portar playera roja, amarilla o violeta. Que Cruz Azul lo represente gente que quiere estar ahí. Por ese lado, la tarde terminó de redondearse pese a los enojos de Hugo Sánchez, quien fue expulsado en el trayecto del partido y reclamó a todo pulmón los dos penales con que su equipo fue derrotado.

El otro lado de la pregunta sobre el futuro azul consiste en saber como se vieron los once jugadores exiliados fuera de la cancha en un partido oficial. El que además se haya ganado el encuentro, le habrá removido algunas fibras a los otrora indispensables y titularísimos jugadores de Cruz Azul. Más de uno habrá sentido ganas de volver, porque habrían entendido aquella máxima de que se puede ser necesario, pero no indispensable. En varios casos la directiva estaría dispuesta a reanudar charlas. El último capítulo de la historia no ha sido escrito aún.

Además del liderato general del Guadalajara, que lleva marca perfecta en su cancha del Jalisco, los ecos de la décima fecha del campeonato trajeron consigo dos ceses más en el rubro de entrenadores.

Sergio Rubio dejó de pertenecer a los Colibríes de Morelos, tras perder en casa frente al San Luis por un resultado que al final maquilló el cuatro a cero con que ganaban parcialmente los potosinos. Zlatko Petricevic, quien hace tiempo intentó triunfar en el Atlante con un fracaso rotundo, es quien toma su lugar.