Victorino, despreciado por la directiva de Rayados con el argumento de que estaba lesionado, tras adquirirlo en el draft, anotó a los minutos 51 y 68 para empatar en dos ocasiones, luego de los tantos de Antonio de Nigris (31) y Omar Avilán (61).

El equipo dirigido por Javier Aguirre jugó en forma inteligente desde el inicio del partido de vuelta dentro de la liguilla por el título de Primera División del futbol mexicano, ya que llegó a esta ciudad con amplia ventaja de 4-0 conseguida en el de ida, en el que Victorino marcó un gol.

Monterrey, en cambio, nunca encontró la coordinación y la idea futbolística que tanto le hacían falta, y terminó por ser humillado en su propia casa por un conjunto que mostró la capacidad requerida para reclamar el título de liga.

El cuadro regiomontano salió a la cancha del Tecnológico, que registró el lleno esperado, sin el orden ni la calma necesarios para poner en aprietos el arco defendido por el colombiano Miguel Calero, con la ansiedad de meter cuanto antes el primer gol.

La falta de claridad a la hora de atacar, combinada con la aplicación defensiva de los visitantes, provocó que Rayados cayera desde el inicio en la desesperación, factor aprovechado por Tuzos para hilvanar esporádicos ataques y manejar el balón con acierto.

En su urgencia por recuperar el esférico de inmediato, los locales cometieron constantes faltas, lo que orilló al árbitro Eduardo Brizio a llamarles la atención con la advertencia de que lo iban a obligar a mostrar tarjetas amarillas a fin de tranquilizarlos.

Lo que necesitaba Monterrey, anotar en los primeros minutos, fue precisamente en lo que falló, sin arribos de peligro y con desorden total en la media cancha, que no hizo sino facilitar el trabajo del Pachuca, que llegó con la mente puesta en preservar la ventaja.

Fue hasta los 31 minutos que los pupilos del técnico español Benito Floro encontraron la tan ansiada primera anotación, cuando Paulo César Chávez cedió por sector derecho a Jesús Arellano, cuyo centro al área fue desviado por un defensa para que el balón llegara pleno a De Nigris, quien marcó con certero cabezazo.

La euforía que el gol desató en la tribuna no fue correspondida sobre el césped por el cuadro regio, que nuevamente se hundió en una serie de imprecisiones y errores al momento de pasar, ante la desesperación de su público y de Benito Floro.

Bajo el grito de "Vamos Rayados", el atacante brasileño Alessandro Correa ingresó en el inicio del segundo tiempo por el defensor Gastón Obledo, pues Floro decidió por fin enviar mayor cantidad de elementos a la delantera por la imperiosa necesidad de marcar tres goles en 45 minutos.

La escuadra de casa consiguió arrinconar al rival en los instantes iniciales de la parte, pero dejó los espacios que Pachuca esperaba y que aprovechó a los 51, a fin de empatar el partido y congelar el ánimo de los aficionados.

Fue precisamente Cesáreo Victorino, el jugador despreciado por el club norteño, ya que éste siempre se negó a pagar su transferencia, el encargado de lograr el 1-1, tras tomar un balón por el centro del campo, acercarse al área y bombear sobre Ricardo Martínez.

La ilusión regiomontana renació 10 minutos más tarde gracias a Omar Avilán, quien tras un centro elevado prolongado por la cabeza por un compañero, se quitó la marca encimosa y se tendió para conectar con el pie y poner el 2-1.

Sin embargo, Victorino apareció de nuevo a los 68 para concretar su revancha personal, ya que sin marca en el área enemiga cabeceó a servicio del argentino Gabriel Caballero y puso el 2-2. Luego fue a festejar ante la porra de Monterrey, que le lanzó numerosos objetos para descargar su enojo.

Después todo fue esperar el término del juego y mientras los de casa fueron despedidos con el grito de "Monterrey, Monterrey", por un público que supo aceptar el revés, Tuzos quedó con suma confianza a la espera de su próximo oponente.

El árbitro Eduardo Brizio cumplió con una destacada labor, ya que llamó a la cordura a los jugadores cuando fue necesario, dejó correr las acciones luego de que los elementos de Tuzos fingían faltas y mostró las tarjetas de manera atinada.

Por Monterrey amonestó a Gastón Obledo, Paulo César Chávez y al brasileño Falvio Rogeiro, en tanto que del lado del Pachuca vio cartón amarillo Manuel Vidrio.

Alineaciones:

Monterrey.- Ricardo Martínez, Paulo César Chávez (Anuar Gómez 71), Gastón Obledo (Alessandro Correa 46), Flavio Rogeiro, Argemiro Veiga, Héctor Castro, Francisco Aguilera, Jesús Arellano, Juan Arango, Omar Gómez (Omar Avilán 53) y Antonio de Nigris. DT: Benito Floro (ESP).