Soy muy amigo de su hermano, Assis, que había sido jugador del Vasco en la década de 80 en Río y que hoy es el gran "manager"de su carrera.

Me acuerdo que en el último día de filmación, mi equipo y yo fuimos con Ronaldinho a hacer una visita al Hospital Infantil de Cáncer y me quedé impresionado con lo que vi y presencié. Cómo aquellos niños, algunos con tan pocas posibilidades de vivir, se llenaban de felicidad y alegría sólo por estar cerca de su ídolo. Y Ronaldinho se portó como tal. Conversó, jugó, en fin, hizo todo que le era posible para que ellos tuvieran uno poco de esperaza. Ahí Ronaldinho me conquistó.

El año pasado, Ronaldinho tuvo una participación notable en el Pentacampeonato conquistado por Brasil. Poco después de la Copa, David Walsh me llamó y sugirió que hiciéramos una nueva entrevista con él en Francia para Perfiles.

Arreglé con Assis y con la hermana de Ronaldinho, Daise, la mejor manera y el mejor día para conversar con él. La entrevista sólo podía ser grabada en un hotel en la pequeña ciudad de Saint Germain porque si llevábamos Ronaldinho a París sería un caos. Ellos mismos nos dijeron que él tuvo problemas para conocer la Torre Eiffel porque no había forma de llegar con tantos autógrafos que tenía que firmar.

Ronaldinho es hoy un hombre absolutamente maduro. Sabe lo que hace, sabe lo que quiere, sabe lo que dice. Yo noté que, aunque extraña mucho a Brasil, le gusta la calidad de vida y desfruta en Francia.

Antes de la entrevista fui a buscarlo al Centro de Entrenamiento y me quedé impresionado con el cariño que los hinchas de fútbol franceses le tienen a él, y viceversa. A la salida, nos quedamos parados por casi media hora mientras él se tomaba fotos, firmaba innumerables autógrafos y recebía abrazos y besos. La vida de un ídolo sin sacar ni poner nada.

En la entrevista que se hizo para Perfiles, Ronaldinho habla de su transferencia al PSG, de la pérdida de su padre cuando todavía era un niño y de todo el cuidado que su familia tuvo con él.

Pero principalmente, Ronaldinho habla de la Copa del Mundo y del gran horizonte que se le abrió después de la conquista del Mundial. Y como no podría dejar de ser, la entrevista termina con samba, ya que el fútbol y la samba son las marcas registradas de Brasil.

Ronaldinho recibe un homenaje de una de las bandas más antiguas del país, "Fundo de Quintal", que grabó especialmente para el programa la música "Chuá, Chuá", un clásico de la samba brasileña.