Con ese desafío es que Los Pumas están en Nueva Zelanda desde el domingo último. Una gira donde más allá de los resultados será muy valiosa por los conocimientos que absorberá el plantel del seleccionado argentino de rugby.

Si bien hace menos de un mes la camiseta de Los Pumas tuvo un exitoso paso por Canadá, allí el técnico Marcelo Loffreda recurrió a una formación alternativa y será ahora, en la tierra de los All Blacks, donde se presente lo mejor que hoy existe en el rugby argentino.

El plantel que debutará en la noche del viernes en la Argentina incluye a casi todos los rugbiers profesionales que salieron de este país e indudablemente la ausencia del fullback Ignacio Corleto (lesionado hace tres semanas jugando para el club francés Narbonne) será la baja más sensible. Inclusive así, con todo el arsenal argentino, no habrá que generar demasiadas ilusiones y, en cambio, tratar de rescatar los hechos positivos que este tipo de giras pueden arrojar.

Claramente dos grupos pueden observarse dentro del plantel. Están los consagrados, sobrevivientes del último Mundial, que forman la base estable del plantel y donde esta vez se destaca la presencia del polifuncional Gonzalo Camardón, quien indudablemente en la opinión de los técnicos superó con éxito el examen de Canadá. Este grupo - con Arbizu, Pichot, Albanese, Grau, Méndez y Martin, entre otros- teoricamente será el que lleve la responsabilidad de los compromisos más exigentes. Se sabe cuánto puede dar este grupo y se sabe, también, de su inmensa voluntad para afrontar y superar situaciones adversas.

El otro grupo reúne a aquellos con los cuales Loffreda empezó a trabajar el año pasado (Roldán, Nuñez Piozzek, De Chazal y Alvarez, entre otros), más los que sacaron buenas notas en el reciente Panamericano (Gonzalez Bonorino, Sambucetti, etc). Ellos serán los responsables de actuar en los partidos más accesibles aunque en Nueva Zelanda, se sabe, no hay rivales débiles.

Hablando de rivales es necesario entrar en detalles. Y es mejor ir por orden, partido a partido.

El debut será antes Counties en Pukekohe, a menos de una hora de Auckland. Se trata del un equipo que supo ser muy fuerte a mediados de los '80, que de la mano de la mega estrella Jonah Lomu renació a mediados de los 90, pero que hoy se debate en el nivel limítrofe entre la primera y la segunda división del campeonato nacional neocelandés (NPC). Counties reune una gran cantidad de maories, fijianos, tongos y samoanos, equipo de jugadores rústicos, duros de tacklear y que desgastarán físicamente a los argentinos. Es un rival durísimo, pero Los Pumas tienen buenas chances de llevarse un triunfo.

La costa este de la isla del norte albergará al segundo partido y allí será el turno del partido más accesible de esta aventura. Un partido para lucirse. Es que Thames Valley es un equipo de la segunda división, sin protagonismo en la categoría, que no debería ofrecer demasiada resistencia. Claro que estos conjuntos se motivan especialmente en partidos internacionales y a veces dan golpes históricos.

Poco se puede agregar al nombre de All Blacks, tercer rival de la gira, esta vez en Christchurch, la más importante de las ciudades de la isla sur. El técnico Wayne Smith admitió que Lomu puede quedar afuera de este compromiso pero igualmente será un rival casi imposible para los argentinos. Bien dijo Marcelo Loffreda en ESPNdeportes.com: "el objetivo es acercarse al nivel competitivo de ellos". Los All Blacks son una Misión Imposible para los argentinos.

La última escala será Rotorua, ciudad maorí por excelencia, que lógicamente albergará a la selección maorí que ya venció a Los Pumas en 1997. Este es un partido clave, que entregará la más fidedigna radiografía del equipo de Loffreda. Es un rival áspero, de gran poderío, que demandará similares exigencias a las de un test match.