Es que el ruso Yegveny Kafelnikov que vio el público argentino en la tarde del viernes arrancó despertando ilusiones de desplegar un gran nivel. Pero después del primer set terminó siendo poco menos que un fantasma, derrotado con enorme facilidad por Gastón Gaudio.

Lógicamente, lo primero que vino a la cabeza para encontrarle una explicación a semejante paliza - al margen de la excelente actuación del "Gato" - tuvo que ver con problemas físicos.

Sin embargo, el propio Kafelnikov se encargó de desmentirlo en la conferencia de prensa tras el partido.

"Estoy muy bien físicamente. De hecho, podría haber jugado tres o cuatro sets más. No sentí ningún efecto de la operación que me realizaron hace unos meses. Quizás estoy sintiendo la falta de ritmo de competencia, eso es todo", señaló.

"Gaudio estaba muy seguro de sí mismo. Simplemente, hizo su juego e impidió que yo hiciera el mío", agregó.

De por sí, esta respuesta no sonó demasiado convincente. Porque, además de su muy pobre nivel de juego (durante el segundo set prácticamente le erraba a la cancha) se lo vio muy fastidioso. Entonces, se pensó en algún enojo con el público argentino, con el cual tuvo un pequeño duelo personal al inicio del segundo parcial.

Es que, disgustado, el ruso pateó el polvo de ladrillo y el gesto no fue bien tomado. Como resultado, se escuchó una estruendosa silbatina, a la que respondió poniendo ambas manos detrás de sus orejas, como si no escuchara lo que le gritaban. Seguramente, no pudo entender lo que decía el coro que bajó desde una de las plateas: "Para Yegveny, jubilación".

Sin embargo, Kafelnikov volvió a sorprender con su respuesta.

"Siendo honesto, yo esperaba que nos tiraran latas de gaseosa vacías desde las tribunas. Pero estoy sorprendido por la actitud tan buena del público argentino", afirmó.

Con respecto al futuro de la serie frente al equipo argentino, dijo "creo que no es correcto predecir el resultado en este momento. Obviamente, Argentina tiene una buena ventaja. Y nosotros no tenemos más opciones que ganar todos los partidos que restan. Vamos a ver qué pasa".

Lógicamente, el dobles del sábado será decisivo para los rusos. Sin embargo, la lesión de Marat Safin, que lo marginó del partido del viernes, hace dudar a muchos sobre su presencia.

"Lo único que puedo decir es que no tenemos muchas variantes para el dobles. Ustedes saben cuáles son esas variantes", señaló, con su tradicional toque de parquedad.

Por último, aunque la pregunta estaba referida a su continuidad en la Copa Davis (el año pasado había anunciado que ya no la jugaría), un problema de traducción hizo que terminara hablando de su posible retiro del tenis.