"Ya en la mañana del partido le había dicho a mi entrenador que no me sentía bien. Me levanté mal, estaba descompuesta y el partido, más que jugarlo, lo fui sacando", expresó la cordobesa en declaraciones a la radio La Red.

Fernández, que le ganó a Serna en dos sets por 6-3 y 6-4, advirtió que puso el resto "en ganar ese segundo set, porque si hubiera tenido que ir a un tercero se me iba a complicar mucho, no habría aguantado, porque seguía mal".

La tenista lamentó no haber podido jugar hasta ahora en un aceptable nivel en el certamen australiano, primer Grand Slam del año, "porque en el primer partido, por el debut, estaba un poco tensa, no tan suelta. Para éste mi mente había cambiado y me había preparado bien, pero tuve este otro problema".

"Muchas veces me cae mal lo que como a la mañana. Y eso que como todo dietético, nada de salsas, nada que haga mal. Pero se ve que a veces me paso en algo y después tengo que hacer una dieta más estricta", concluyó la cordobesa.

La victoria sobre Serna no fue fácil para la semifinalista de Roland Garros, pero significó un importante paso adelante en la búsqueda de las instancias finales del torneo.

"Creo que es muy bueno ganar estos partidos, especialmente uno complicado contra una jugadora talentosa como Magui. Pero, pese a algunos inconvenientes físicos, pude mejorar los de la primera ronda y ganar un encuentro muy difícil", le dijo a EFE, la tenista argentina.

"Sabía que Serna era una rival que complica mucho por ser zurda, y por emplear un juego en dos alturas en lugar de utilizar golpes planos y más fáciles de devolver. Traté de moverla y buscar superarla con mis golpes, lo cual, al final, dio sus frutos", añadió Fernández.