Para un certamen carente de expectativa en las tribunas hasta ahora, ya es bastante. La organización hubiera sellado una situación semejante: la tenista con mayor pedigrí de todas cuantas arrancaron el torneo y una jugadora local.

Sin embargo, María Antonia se saltó el guión. La jugadora salmantina, de veinticinco años, criada deportivamente sobre la tierra batida del Club de Campo Villa de Madrid, entró en el torneo por 'invitación'. Los pronósticos no aventuraban una excesiva preponderancia en el abierto, más aproximado a pronósticos cercanos a Magüi Serna -reciente ganadora en Budapest y Estoril (Portugal)- o a la leyenda de Conchita Martínez.

Pero Sánchez Lorenzo, que afronta su novena presencia en el Open de España sin protagonismo alguno hasta ahora, no dejó escapar el buen tenis, impulsado por su afinado momento ni los favores de la parte inferior del cuadro.

La salmantina, instalada en el puesto 84 del mundo, irrumpió con notoriedad en 1999. Entonces alcanzó los octavos del Abierto de Australia y seguidamente logró el primer triunfo en el circuito profesional femenino en Knokke-Heist (Alemania). Después se trasladó a un segundo plano. Este curso tomó impulso con las semifinales en Budapest y Bol (Croacia). En Madrid jugará su primera final de la temporada.

Chanda Rubin irrumpe como una inmejorable proyección para la española después de ganar a la austríaca Barbara Schett por 6-1 y 6-3. La estadounidense, primera cabeza de serie y octava en la actual clasificación mundial, alimenta las expectativas y el previsible impulso mediático de Sánchez Lorenzo.

La historia promete un duelo equilibrado a pesar de las distancias en el ránking. El único enfrentamiento previo fue el pasado año, en Berlín y sobre tierra. El triunfo fue para la estadounidense, que necesitó los tres sets para derrotar a la hispana (2-6, 6-1 y 6-4).

Rubin se pone a punto para Roland Garros. Ese es su gran objetivo. La estadounidense, que por segunda vez consecutiva disputa la final del Open de España -el año pasado cayó ante Monica Seles- ha crecido a lo largo del torneo. Las distancias han sido evidentes y la jugadora de Louisiana, de veintisiete años, alcanzó la final sin perder un sólo set y tras pasar por encima de la uzbeka Iroda Tulyaganova (6-0 y 6-4).

Por otra parte, la derrota de la pareja formada por la argentina Clarisa Fernández y la australiana Nicole Pratt ante la italiana Rita Grande y la india Angelique Widjaja en las semifinales del Open de España ha dejado al torneo madrileño sin representación sudamericana.

Tras las derrotas sufridas en los cuartos de final del cuadro individual, tanto por Fernández como por Paola Suárez, el papel de las argentinas en el abierto español quedó reducido a la especialidad de dobles, donde tampoco han podido sobrepasar las semifinales.

Paola Suárez y su compañera Jorgelina Cravero ni siquiera se presentaron al encuentro ante la estadounidense Jill Craybas y la sudafricana Liezel Huber debido a una insolación leve que ha padecido Cravero.

Fernández y Pratt, han perdido ante el dúo ítalo indio (7-6 (5) y 6-3), que estará en la final del sábado para disputar el título contra la tenista estadounidense y su compañera sudafricana.

- RESULTADOS DEL VIERNES, SEMIFINALES:

- Singles:

Chanda Rubin (USA, 1) a Iroda Tulyaganova (UZB, 7) por 6-2 y 6-4.
Ma. Antonia Sánchez Lorenzo (ESP) a Barbara Schett (AUT), por 6-1 y 6-3.

- Dobles: