El torneo en las míticas canchas de polvo de arcilla en Roland Garros arranca el lunes teniendo a las hermanas Serena y Venus Williams, más las belgas Kim Clijsters y Justine Henin, como claras favoritas en la rama femenina.

Entre los varones, cualquiera pensaría en el australiano Lleyton Hewitt, el estadounidense Andre Agassi y por supuesto la infaltable "Armada" española, encabezada por Juan Carlos Ferrero, Carlos Moyá y el campeón defensor Albert Costa.

Pero argentinos, chilenos y brasileños palpitan cosas grandes para sus respectivos representantes en el segundo Grand Slam del año. Todos tienen razones de sobra para sentirse optimistas.

Argentina tiene a dos Top Ten en el ránking de la ATP por primera vez en dos décadas, y en Roland Garros cuenta con siete hombres ubicados en la preclasificación.

Coria (séptimo) y David Nalbandian (octavo) son las principales cartas de Argentina, escoltados por Agustín Calleri (18), Gastón Gaudio (21) y Juan Ignacio Chela (31).

El buen momento del tenis argentino se hizo evidente hace dos semanas en el Serie Masters de Hamburgo, el torneo más importante que antecede a Roland Garros.

En un hecho inédito, Coria, Nalbandian, Gaudio y Calleri se entreveraron en las semifinales.

Coria, que tiene 21 años, aparece como el candidato de más peso entre los argentinos. Ex campeón juvenil en 1999, Coria se alzó con el título en Hamburgo y llegó a la final en Montecarlo, ambos torneos de envergadura en la temporada de arcilla.

Tras su sorprendente campaña que lo llevó a la final del torneo de Wimbledon el año pasado, Nalbandian, con la misma edad que Coria, ha demostrado que ese logro no fue nada casual y que puede desenvolverse en cualquier tipo de cancha.

Chile tampoco se queda atrás y en González, de 22 años, tiene un abanderado de primera línea. González fue el motor de un Chile que acaba de conquistar por primera vez el campeonato mundial por equipos de la ATP, jugando a la par del veterano Marcelo Ríos y Nicolás Massú.

Las aspiraciones brasileñas se fundamentan nuevamente en Gustavo Kuerten, el 15to preclasificado. "Guga", quien tiene a su haber tres títulos en Francia, no ha sido el mismo desde que el año pasado se operó la cadera, pero siempre le ha tenido la medida a Roland Garros.

Como está planteada la llave del torneo, Kuerten podría vérselas con Hewitt recién en los octavos de final y Nalbandia con Costa, el campeón vigente.

Costa es el ejemplo más palpable de lo impredecible que puede ser Roland Garros, donde el menos esperado puede marcharse con la corona, como puede atestiguar gente como el estadounidense Michael Chang (1989), el ecuatoriano Andres Gómez (1990) y el suizo Thomas Muster (1995).

Cuando todo el mundo daba por campeón a Ferrero, Costa le ganó en la final. Hasta entonces Costa no había logrado sortear los cuartos de final de un Grand Slam.

Si bien ocupan los dos primeros puestos en la llave, tanto Hewitt y Agassi no son muy regulares en la arcilla, la cancha predilecta de un "Mosquito" Ferrero dispuesto a borrar el mal sabor del año pasado y alzarse con el primer título grande de su carrera. Este año tiene marca de 21-2 en arcilla, con títulos en Montecarlo y Valencia.

La definición del torneo femenino está para varias, pero obviamente con Serena, la menor de las Williams, como la gran favorita. Serena quiere defender la corona y ganar su quinto Gran Slam consecutivo, hito conseguido por última vez en 1988-89 por la alemana Steffi Graf.

Tras ganar el Abierto Australiano e hilvanar una racha de 21 victorias, Serena ha sufrido varios reveses, ante Henin en Charleston y la francesa Amelie Mauresmo en Roma, haciendo pensar que no es tan invencible como se pensaba hace apenas unos cuantos meses.