Por eso la confianza de El Metejón y la incertidumbre que se había planteado en lo previo sobre el resultado en la tercera jornada del Abierto Argentino.

Aunque, Ellerstina en su regreso a los encuentros oficiales, se encargó de borrar muy pronto cualquier especulación acerca del resultado final.

En Palermo los caballos son el 90% de las posibilidades de un equipo, y con ese rubro funcionando a pleno, los hermanos Novillo Astrada y Gonzalo Pieres (h.) se encargaron de resolver todo muy rápido.

Ellerstina se preocupó por abrir siempre el juego y dividió cada jugada para ganar en velocidad.

Corrió Pieres y ganó, pasó al ataque Eduardo Novillo Astrada y no lo alcanzaron, eligió Javier Novillo Astrada en que jugada encarar y siempre llegó antes.

El Metejón hacia agua y el vendaval de ataques de Ellerstina fue continuo hasta el quinto chukker que se cerró 15 a 6.

Recién entonces, Ellerstina se relajó, guardó caballos y energías en estar tarde de 33º de calor, y se dedicó a planear la definición de zona ante Indios Chapaleufú.

Tanto esperar este encuentro y finalmente El Metejón entendió que la gran oportunidad la había tenido la fecha anterior ante un Chapaleufú complicado por la temprana lesión de Marcos Heguy, pero obviamente ya era tarde para volver el tiempo atrás.

Así, El Metejón que llegó como el más chico de la Zona A, en Palermo, pero como el gran cuco del torneo, con chances de sacar a uno de los candidatos, se fue sin poder sumar puntos.