Mas allá de esto, hasta en la previa de un Boca-River se presentan en la escena anterior al encuentro las distintas conjeturas acerca de la predisposición de los protagonistas para afrontar ese match.

Muchas veces lo impredecible tira por la borda todas las conjeturas que se hacen a priori.

No fue el caso de Ellerstina ante Indios Chapaleufú II, ni tampoco en el cotejo que mantuvieron Indios Chapaleufú frente a La Dolfina. No hubo lesiones, ni expulsados. Tampoco la lluvia alteró la preparación de los equipos.

En esa previa donde se le cuelgan resultados a los partidos y donde los analistas deducen goles antes de que se concreten en la cancha, se suponía que Chapaleufú II y La Dolfina iban a ratificar sus condiciones de máximos candidatos en Palermo.

Las razones eran similares para ambos: a igualdad de caballos en los boxes, Chapaleufú II y La Dolfina sumaban un plus extra que los llevó a definir los Abiertos de Hurlingham y Palermo en el 2000 y que los reunió nuevamente en la final de Hurlingham de esta temporada.

Ambos equipos ya encontraron un sistema de juego que los puso en la cima, mientras que sus rivales entre incorporaciones y cambios de puesto demostraban andar detrás del mismo objetivo, pero aún en experimentación.

LA PRIMERA SORPRESA: TRIUNFO DE ELLERSTINA
Ellerstina, sin embargo, abrió el juego al sorprender al bicampeón de Palermo, Indios Chapaleufú II, y se quedó con el liderazgo del Grupo A.

Es cierto que el partido fue intenso, trabado y con acciones donde fue difícil separar el fervor por ganar de la mala intención. A pesar de esto, Ellerstina ganó con justicia por ser más claro al momento de desarrollar su plan de juego.

Los hermanos Heguy junto a Milo Fernández Araujo tuvieron un momento espectacular que les permitió dominar el juego y pasar al frente en el tanteador, hacia el quinto y sexto chucker, pero nada más.

En cambio, la familia Novillo Astrada con Gonzalo Pieres (h.) sufrió ese esplendor de Chapaleufú II, pero fue mucho más consistente a lo largo de todo el encuentro.

SE DESPERTÓ INDIOS CHAPALEUFÚ
No se puede tener tres jugadores con 10 goles de handicap y un cuarto que durante años también dispuso de esa valorización, y jugar mal.

Con el resultado puesto se podrá decir que en La Dolfina, Sebastián y Juan Ignacio Merlos volvían después de casi un mes, ya que en la presentación debieron cumplir con su fecha de suspensión tras la final de Hurlingham.

También podrá señalarse que no había resultado posible que eliminara a ninguno de los dos, y que tanto en el ánimo de los Heguy como de Cambiaso y companía se le quitó cualquier dramatismo al resultado.

De cualquier forma, Indios Chapaleufú jugó su mejor partido desde la incorporación de Mariano Aguerre a sus filas en septiembre de este año. El entendimiento entre Aguerre y Bautista Heguy volvió a ser destacable y las combinaciones y relevos a la hora de defender entre Horacio y Marcos Heguy salieron tan bien que les dejó poco por lo cual discutir.

A La Dolfina le cerraba bien jugar en semifinales ante Ellerstina y Chapaleufú sabía que terminando primero debía jugar con el rival más temido por todos, menos por ellos: sus propios primos.

Ignacio Heguy, No. 2 de Indios Chapaleufú II se desentendió de la definición del Grupo B y no asistió a Palermo; sin embargo a su hermano Eduardo se le prendió una luz de alarma y presuroso solicitó una copia del partido para estudiar los movimientos de sus primos.

Los cuatro grandes del polo mundial comenzaron a cruzarse y los resultados de las definiciones de las zonas sembraron varios interrogantes que abren mayor expectativa por lo que vendrá.

Cayeron los finalista del 2000, Ellerstina sigue madurando y se despertó Indios Chapaleufú.