Antes de llegar a las expectativas de Damian Lillard para sus Portland Trail Blazers esta temporada, tenemos que repasar su reflexión sobre sus esperanzas para el equipo el año pasado, el que todo el mundo pensaba se dirigía a 'loterialandia' después de perder a LaMarcus Aldridge, Wesley Matthews, Nicolas Batum y Robin Lopez.
"Llegar a los playoffs", dijo Lillard. "El año pasado dije que íbamos a llegar a los playoffs, y lo hicimos".
Ok, así que tal vez no fue una proclama tan audaz la que logró Lillard. El día de los medios de comunicación el año pasado, su primera reacción cuando se planteó el tema playoffs fue: "No veo por qué no". Luego arregló sus calificaciones, cuidadoso de producir un titular de una historia que no estaba seguro de que pudiera escribir".
"No estoy sentado aquí diciendo que, 'Vamos a llegar a los playoffs'", dijo Lillard ese día. "Me gustaría, y creo que eso ese es nuestro objetivo, pero no es tan descabellado como algunas personas lo hacen parecer".
Al menos no va a estar presumiendo que él sabía que los Trail Blazers estarían en la segunda ronda de los playoffs, enfrentando a los Golden State Warriors después de recuperarse de una desventaja de 2-0 en la serie de apertura, mientras que los Clippers lidiaban con las lesiones de Chris Paul y Blake Griffin.
Se ha ganado el derecho de reservarse sus expectativas 2016-17 en el espacio de la realidad. No está vendiendo su equipo a menos con modestia artificial, ni ordenando el pago de horas extras a los oficiales de seguridad para bloquear la ruta del desfile de campeonato.
"Este año quiero llegar a las finales de la Conferencia Oeste y darnos la oportunidad de llegar a la final (de la NBA)", dijo Lillard. "Creo que es posible".
Lo es, sobre todo si los Trail Blazers terminan lejos del lado de los Golden State Warriors en el cuadro de los playoffs de la Conferencia Oeste. El Oklahoma City Thunder están debilitados por la pérdida de Kevin Durant. Los Clippers todavía tienen que demostrar que pueden ir más allá de la segunda ronda. Los San Antonio Spurs son, aunque no necesariamente peores, diferentes sin Tim Duncan. Además, no ha habido muchos momentos en los últimos 20 años, en los que los Trail Blazers hayan podido decir que han ganado tantas series de playoffs como los Spurs en las últimas dos temporadas.
A diferencia del año pasado, los Blazers trajeron su núcleo de vuelta, incluso cuando se trató de una manera muy cara para mantenerse iguales. Mientras otros equipos, incluso los densamente poblados Warriors, necesitan un período de descubrimiento, los Trail Blazers ya se enteraron de lo que necesitaban saber en los playoffs de la temporada pasada.
"Hemos aprendido que somos luchadores", dijo Lillard. "Lo queríamos".
Lillard no considera que la serie ante Clippers fue un golpe de suerte. Hizo notar que los Clippers estaban con toda su fuerza cuando los Trail Blazers les ganaron en el Juego 3, y Portland tenía la ventaja cuando Paul y Griffin salieron en el Juego 4. Y hablando de tener la ventaja, ¿sabías que después de que los Warriors controlaron el Juego 1 de la segunda ronda, los Blazers dominaron durante 137 minutos por 61 de los Warriors el resto de la serie? Simplemente no podían cerrar los juegos de la forma en que los Warriors lo hicieron.
"Pudimos habernos rendido fácilmente, más cuando era frente a Golden State", dijo Lillard. "Pudimos haber dicho: 'Está bien, se salió de la primera ronda ... estos (Warriors) equipo perdieron nueve juegos'. Pudimos haber caído, pero no lo hicimos".
Los Trail Blazers podrían conseguir crédito por ese año pasado. No sólo crédito, sino contratos jugosos para C. J. McCollum, Allen Crabbe, Meyers Leonard y Moe Harkless, y una extensión para el entrenador Terry Stotts. Todo ese dinero en efectivo no significa más crédito. Los equipos no incurren en un tercio de los mil millones de dólares en nuevos contratos para contentarse con ganar cinco partidos de playoffs de nuevo.
"Este año quiero llegar a las finales de la Conferencia Oeste y darnos la oportunidad de llegar a la final (de la NBA). Creo que es posible" Damian Lillard
Dos cosas dan un buen augurio para los Blazers. En primer lugar, su mejor jugador es cada vez mejor. Lillard solo tiene 26 años, está en la cúspide de su mejor momento, y en su quinta temporada, dice el juego se está desacelerando para él, teniendo más sentido, incluso poniéndose cada vez más fácil. En segundo lugar, la NBA está acercándose al estilo de juego de los Trail Blazer . Ellos solían ser criticados por ser orientados hacia el perímetro, entonces, se vieron obligados a crecer más aún cuando Aldridge se fue a San Antonio. Pero la liga en su conjunto dispara más triples ahora, y los Trail Blazers son mejores que la mayoría de los equipos; su porcentaje de tres puntos de tiro de 37 por ciento quedó empatado como el cuarto mejor de la pasada temporada de la NBA.
Stotts está tratando de presentar esta temporada como una continuación de la temporada pasada, en lugar de una entidad separada. Mantener una gran parte de roster permite que lo haga. Su base armador lo ve de la misma manera.
Lillard también ve este equipo jugando a finales de mayo. Nunca hablamos de la visión como uno de los mejores atributos de Lillard. Tal vez eso está por cambiar.